ONG en Nicaragua pide política migratoria regional
El cierre de la frontera por parte de Nicaragua a miles de migrantes indocumentados de África, Asia y el Caribe, se da por la ausencia de una política migratoria regional, consideró hoy la coordinadora de la Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones, Sheyla Reyes.
"Hay ausencia aún de políticas migratorias regionales", dijo la activista, para quien los gobiernos deben "estrechar los lazos regionales" en materia migratoria, debido a que es un tema humanitario.
Desde abril pasado al menos 2,500 migrantes indocumentados han ingresado de manera ilegal a Costa Rica, país en el que han quedado varados en su ruta hacia Estados Unidos debido al cierre de la frontera por parte de Nicaragua.
Para Reyes, que los migrantes que transitan por Centroamérica, ya sea de manera regular o irregular, se queden varados en Costa Rica trasciende más allá de Managua y San José.
"Nuestra posición es que exista una política de apoyo regional para los migrantes del país que sea", instó la coordinadora.
Nicaragua mantiene cerrada la frontera a migrantes irregulares de cualquier nacionalidad desde noviembre pasado, cuando una oleada de 8,000 cubanos llegó a Costa Rica en su camino a Estados Unidos.
Los cubanos reanudaron entre enero y marzo, por aire y tierra, su viaje gracias a la cooperación de México, Guatemala y El Salvador.
Una operación similar ha sido descartada ahora por el Gobierno de Costa Rica, pues a diferencia de los cubanos que portaban pasaporte, los africanos no tienen documentos y no cuentan con beneficios migratorios en Estados Unidos, que sí recibió a los cubanos.
Las autoridades costarricenses han informado que la mayoría de los migrantes varados actualmente dicen ser africanos, de países como Senegal, Congo y Burkina Faso, pero también se han detectado asiáticos y haitianos.
El Gobierno costarricense mantiene abierto un albergue cerca de la frontera con Panamá, por donde ingresan a Costa Rica los migrantes, y otro cerca del límite con Nicaragua.
La situación más tensa se vive en La Cruz, provincia de Guanacaste, en la frontera con Nicaragua, donde se acumula la mayor cantidad de africanos, quienes cada cierto tiempo se manifiestan con cánticos y cierres temporales de calles para exigir que les dejen seguir su camino.
Ante el cierre de la frontera, algunos africanos contratan coyotes (traficantes de personas) que los cruzan hacia Nicaragua por tierra o por mar, de acuerdo con versiones de los propios migrantes a medios locales.
En junio pasado la Operación Mesoamérica, en la que participaron autoridades de Costa Rica, Panamá, El Salvador, Honduras, Guatemala, con el apoyo de México, Estados Unidos, Colombia y Brasil, logró la desarticulación de una red internacional de tráfico de migrantes africanos y asiáticos.
Esta organización reunía a los migrantes en Dubai, les conseguía documentación para viajar a Brasil, y desde allí proseguían la travesía por tierra, mar y aire.
La Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones es una ONG que realiza actividades de incidencia y cabildeo entre la población para promover políticas migratorias, además de gestionar casos de nicaragüenses extraviados, y realizar denuncias públicas y acompañamiento a favor de inmigrantes detenidos.