Nuevo ferry de carga de América Central zarpa desde El Salvador
Un ferry con capacidad para transportar un centenar de contenedores o camiones con mercancías zarpó este jueves en su viaje inaugural desde El Salvador hacia Costa Rica, abriendo una nueva era en el comercio de América Central.
El buque "Blue Wave Harmony", de bandera panameña, inició su travesía bajo un sol abrasador hacia las 13H00 locales (19H00 GMT) en el puerto salvadoreño de La Unión, en el Golfo de Fonseca, y debe atracar unas 16 horas después en Caldera, en el Pacífico costarricense.
El transbordador, al mando del capitán indio Glenn Nazareth, regresará el viernes hacia La Unión.
El trayecto por carretera entre las capitales de ambos países es de 918 kilómetros, toma cuatro días e implica circular a través de Honduras y Nicaragua.
"Yo espero que este nuevo sistema de transporte no nos afecte, sino que por el contrario que nos beneficie, como camioneros sufrimos mucho al viajar en carretera", dijo a la AFP el camionero salvadoreño Hernán Flores, de 56 años, tras subir a bordo su vehículo.
El ferry, con dos salidas semanales en cada sentido, ofrece el único servicio marítimo internacional de carga entre países de América Central, donde ahora solo operan transbordadores turísticos.
"La tarifa que cobrará el ferry es bastante asequible, y los tiempos de entrega (de la mercancía) son más cortos y eso es una gran ventaja", señaló la presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador, Silvia Cuellar.
- "Vía más rápida y segura" -
El transporte por carretera entre El Salvador y Costa Rica implica ocho procesos aduaneros, mientras que con el ferry solo serán dos, al zarpar y al arribo de la nave, según el servicio portuario salvadoreño.
El buque significa una vía "más rápida, segura y económica" para el comercio intrarregional, según el ministro costarricense de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador.
El flete de un camión desde El Salvador a Costa Rica vale entre 1.400 y 1.800 dólares, mientras que la tarifa del barco va de 1.145 dólares a 1.360 dólares.
Sin embargo, el mayor beneficio del ferry es la rapidez, lo que puede estimular un aumento de las ventas, pero también evitar robos en rutas y pagos de sobornos en puestos fronterizos en una región donde hay algunos países con altas tasas de criminalidad y corrupción.
En el viaje inaugural el ferry zarpó con 14 contenedores sobre acoplados de camiones.
En las rutas centroamericanas hay gran circulación de camiones debido a que un tercio de las exportaciones va a otras naciones del istmo, según la CEPAL.
En América Central no hay servicio internacional de ferrocarriles.
En la región los viajes por carretera son lentos debido a la precaria calidad de las rutas y a la burocracia en las aduanas.
"Mejorará competitividad"
"Es una emoción ver partir el ferry por primera vez", dijo Michael Volks, director general de la compañía New Wave Corporation, propietaria del buque.
"Es un hecho que esto va a mejorar la competitividad y la agilidad en el intercambio comercial en Centroamérica", agregó Volks en una breve ceremonia previa al zarpe de la nave.
Sin embargo, hay críticos de la nueva ruta marítima.
El ferry amenaza con causar un "daño económico" a Honduras, por la menor circulación de camiones, que pagan impuestos al ingresar al país, según el portavoz del empresarial Consejo Nacional del Transporte, Jorge Lanza.
En Nicaragua también se estima que el transbordador provocará una baja en ingresos por trámites fronterizos, tanto para el gobierno como para agencias aduaneras privadas.
New Wave Corporation es una compañía panameña que tiene también capitales alemanes y hondureños, y operaciones en España, Italia y Turquía, según la propia firma.
Después de cuatro décadas
En los años 1970 operó un ferry entre El Salvador y Costa Rica, pero dejó de operar unos años después.
Este servicio fue establecido después de que Honduras cerrara la frontera con El Salvador tras la denominada "Guerra de las 100 Horas" o "Guerra del Fútbol" entre ambos países, en 1969.
El ferry dejó de prestar servicios luego de que ambos países firmaran un tratado de paz en 1980, lo que condujo a la reapertura de la frontera.
Otro transbordador de mercancías y pasajeros entre Nicaragua y El Salvador también dejó de operar en 1980 por controversias políticas entre ambas naciones tras la revolución sandinista de 1979.