Nicaragua sufre otra noche sangrienta y espera respuesta de Ortega en el diálogo
Nicaragua fue escenario de otra noche sangrienta, con varios muertos y enfrentamientos, en medio de la expectativa por la reanudación hoy del diálogo y una posible propuesta del presidente, Daniel Ortega, para resolver la crisis, que ya deja 200 fallecidos.
La Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos, una de las organizaciones más importantes del país, dijo a Efe que los ataques ocurridos el jueves en Nagarote, Bilwi, Masatepe y Tipitapa, entre otras ciudades, elevaron la cifra de víctimas mortales a 200.
"Es posible que la cifra aumente según avance la mañana y vayamos recibiendo más información. La jornada de paro nacional fue sangrienta", aseguró el secretario de la organización, Álvaro Leiva.
Las principales ciudades del país, incluida Managua, lucieron este jueves desérticas debido al paro nacional de 24 horas convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la plataforma que aglutina a los universitarios, el sector privado, los campesinos y las organizaciones civiles y que negocia con el Gobierno, para exigir el fin de la represión gubernamental.
Tras el paro masivo, los nicaragüenses esperan ahora los resultados del diálogo entre la plataforma opositora y el Gobierno, que se reanudará hoy a las 10.00 hora local (16.00 GMT) y que se mantenía suspendido desde mediados de mayo por falta de acuerdo sobre la salida a la crisis.
La Conferencia Episcopal, que actúa como mediadora, le planteó el pasado 7 de junio a Ortega una hoja ruta para poner fin al conflicto y este viernes dará a conocer la respuesta que le dio el presidente, que no acudirá al diálogo y que enviará a su canciller, Denis Moncada.
"Dialogar, sí, dialogar siempre, pero para posibilitar una nueva convivencia social en libertad y justicia, 'no para alcanzar un consenso de escritorio, una efímera paz para una minoría feliz, ni un proyecto de unos pocos para unos pocos' (Gaudete et Exsultate, 89)", publicó hoy en su cuenta de Twitter el obispo de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Baéz.
Nicaragua vive su crisis más sangrienta desde 1980, que se inició el pasado 18 de abril cuando el Gobierno reprimió con extrema dureza unas manifestaciones contra una reforma a la seguridad social, que finalmente fue derogada.