Una nueva investigación por donaciones de Taiwán golpea a la izquierda salvadoreña
Una nueva investigación de la Fiscalía de El Salvador por la supuesta malversación de fondos donados por Taiwán golpea a la debilitada izquierda salvadoreña de cara a los comicios presidenciales de 2019, dado que involucra a su candidato y exministro de Exteriores, Hugo Martínez.
El fiscal general, Douglas Meléndez, informó este jueves de que ha iniciado una investigación por el supuesto uso "ilegal e irregular" de 10,5 millones de dólares que eran parte de una donación de 38 millones de Taiwán al gobierno de Mauricio Funes (2009-2014) y que fueron manejados por Martínez.
Meléndez refirió, sin entrar en detalles, que Martínez "la semana pasada fue interrogado por fiscales de la Unidad de Lavado de Dinero sobre estos hechos" y que "no están conformes" con lo declarado.
Esta revelación de Meléndez representa un golpe a la imagen del izquierdista Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), debilitada por el proceso contra Funes por el desvío y lavado de más de 351 millones de dólares durante su Gobierno, y complica muy mucho el triunfo de Martínez en las elecciones de febrero próximo.
A esto se suma el antecedente de los comicios de marzo pasado, en los que el FMLN sufrió una debacle electoral y resultó fortalecida la derecha salvadoreña.
El FMLN acusa a Meléndez de adelantar con esto su campaña de reelección en la búsqueda de la simpatía de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y de otros partidos de derecha.
"Denunciamos esta conducta irresponsable con la que se protege la corrupción y la impunidad en nuestro país", y "llamamos al pueblo salvadoreño a no dejarse impresionar por las declaraciones", señaló la exguerrilla en un comunicado.
Una encuesta de La Prensa Gráfica, uno de los principales periódicos del país, coloca al FMLN en el tercer lugar de preferencias electoral, por atrás de Arena y de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana), de derecha y fundado por los seguidores del expresidente Elías Antonio Saca (2004-2009).
No es la primera vez que una trama de corrupción se revela al calor de un contexto electoral, ya que ocurrió, por primera vez, antes de los comicios presidenciales de 2014, pero en esa ocasión el golpe había sido para Arena.
La formación de derecha fue sorprendida a comienzos de ese año por la revelación del supuesto desvío de 15 millones de dólares por parte del difunto presidente Francisco Flores, quien admitió extrajudicialmente el manejo irregular de los fondos ante una comisión de diputados.
Flores, quien falleció en 2016 antes de afrontar un juicio, fue procesado por la apropiación de 5 millones de dólares y por desviar 10 millones a las cuentas de Arena.
Funes aprovechó esta coyuntura para atacar a Arena e impulsar la candidatura de su vicepresidente, Salvador Sánchez Cerén, quien ganó la Presidencia ante el entonces candidato del partido derechista, Norman Quijano.
Ahora el escenario se presenta similar, pero a favor de la derecha, cuyos candidatos son Carlos Calleja y Nayib Bukele, un empresario de supermercados y el exalcalde de San Salvador por Arena y Gana, respectivamente.
El efecto de esta investigación, el caso de Funes y la baja calificación ciudadana a Sánchez Cerén colocan al FMLN en una situación en la que su única ganancia sería ocupar el tercer lugar en los comicios y negociar con Gana algunos puestos en el gabinete para inclinar la balanza a su favor en una segunda vuelta.
Martínez, quien centra sus esfuerzos en renovar la imagen del partido y acercarse a las bases, se desligó de la supuesta malversación y aseguró en un comunicado que ha declarado ante fiscales como "testigo".
"No estoy dispuesto a permitir que nadie manche mi reputación con declaraciones irresponsables en función de juegos políticos electorales", dijo Martínez, quien añadió que en el período investigado no era canciller, sino que estaba como secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).