Fiscal de Honduras reelegido en polémica sesión del Congreso
El fiscal general de Honduras, Oscar Chinchilla, fue reelegido este viernes por otros cinco años, en una polémica sesión del Congreso que respaldó la continuidad de la lucha contra la corrupción, apoyada por la OEA.
Chinchilla fue elegido con una votación de 88 a favor, 38 en contra, una abstención y un diputado no votó, de los 128 legisladores de ocho partidos que integran la cámara legislativa hondureña.
Como fiscal general adjunto fue nombrado en la misma votación Daniel Arturo Sibrián, quien se desempeñaba como jefe de la División Legal del Ministerio Público. Sustituye a Rigoberto Cuellar.
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha considerado que la elección del fiscal es "crucial" para las funciones de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), que junto a la administración de Chinchilla ha llevado ante tribunales a diputados por desviar fondos públicos a cuentas personales.
La fiscalía y la MACCIH acusaron a cinco diputados pero anunciaron que investigan alrededor de 60 legisladores, incluyendo al presidente del legislativo, Mauricio Oliva, por haber recibido fondos del gobierno de Juan Orlando Hernández para desarrollar proyectos sociales a través de organizaciones civiles y quedarse con el dinero.
Chinchilla y Sibrián fueron elegidos después que la noche del jueves el Congreso no pudo nombrar un nuevo fiscal de una nómina de cinco candidatos que propuso una junta de proponentes.
Solo 62 diputados votaron a favor de que el fiscal fuera Hermes Omar Moncada y 63 en contra. Según la ley, los fiscales se eligen con al menos 86 votos, dos tercios de los 128 diputados.
Luego de la frustrada votación Oliva, suspendió la sesión para reanudarla este viernes.
La MACCIH fue creada en abril del 2016 por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a pedido del presidente Hernández quien pretendía frenar marchas de hasta decenas de miles de personas exigiendo su renuncia.
Los manifestantes 'indignados' demandaban la renuncia del gobernante por aceptar que decenas de miles de dólares de unos 330 millones de dólares saqueados del Seguro Social entraron a su equipo de campaña, aunque sin saberlo en ese momento.