Devotos salvadoreños celebran el centenario del natalicio beato Romero
Con una serenata, cánticos y oraciones, feligreses salvadoreños celebraron hoy con pasión el centenario del natalicio del beato Óscar Arnulfo Romero, quien llegó al mundo el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador desconocido mientras oficiaba una misa.
La cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador, lugar donde descansan los restos del profeta considerado "la voz de los sin voz", lució abarrotada desde tempranas horas de este martes por personas que cada año llegan hasta ese lugar para pedir ayuda y sanción al beato o simplemente tocar su tumba como símbolo de reverencia.
La celebración de los 100 años del nacimiento de monseñor Romero iniciaron con las "mañanitas", canción de cumpleaños tradicional, entonada por un grupo de mariachis; luego un cuarteto de marimba, instrumento autóctono, daba la bienvenida a todos los feligreses que se sumaron a la festividad.
Los seguidores de Romero elevaron oraciones y entonaron diversos cánticos alusivos Romero, arzobispo, profeta y mártir, que se caracterizó por denunciar constantemente en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los derechos humanos.
La celebración continúo con una misa de acción de gracias presidida por las principales autoridades de la Iglesia católica y el cardenal Ricardo Ezzati, enviado especial del papa Francisco a El Salvador.
En el acto religioso participaron, además de los feligreses, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén; su esposa, Margarita Villalta de Sánchez; varios funcionarios de Gobierno, y representantes de organismos internacionales.
El San Romero de América, nacido en la localidad de Cuidad Barrios (este) y ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 a la edad de 24 años, fue beatificado en una multitudinaria misa el 23 de mayo de 2015 en San Salvador, agregó la fuente.
Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, que investigó las violaciones a derechos humanos durante la guerra salvadoreña (1980-1992), determinó que el exmayor del Ejército y fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista, Roberto D'Aubuisson, dio la orden de asesinar a monseñor Romero.