Ortega lamenta las muertes y asegura que la Policía 'tiene orden de no disparar'
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, lamentó este miércoles las muertes registradas en las protestas contra su Gobierno, cifradas en al menos 58 por organizaciones humanitarias, y defendió la actuación de la Policía que, dijo, "tiene órdenes de no disparar" a los manifestantes.
"La sangre no tiene diferencia de colores, en todos nosotros corre la misma sangre. A todos nosotros nos duele la muerte de nuestros seres queridos. Tenemos razón de indignarnos", indicó Ortega, en la mesa de diálogo nacional instalada en Managua como vía para superar la crisis.
Ortega, quien en ningún momento de su discurso ordenó el cese de la represión ni la condenó, defendió el papel de la Policía que, a su juicio, "ha sido víctima de esta campaña" y que "tiene órdenes de no disparar" contra los manifestantes.
El mandatario criticó la violencia de los manifestantes y afirmó que "cuando nosotros luchábamos contra la guerra somocista nunca promovimos el asalto de negocios".
El presidente aseguró que "nadie está de acuerdo con la muerte de los jóvenes de diferentes tendencias políticas", pero tildó de mentira que haya desaparecidos o prisioneros políticos.
"Situaciones como estas solo se resuelven en el marco de la ley y la justicia, y por esa razón hemos invitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que acompañe ese esfuerzo y que reine la justicia en nuestro país, para que se investigue realmente cuántos desaparecidos hay, cuántos prisioneros políticos hay en Nicaragua, que nos pasen la lista, que no se utilice la mentira", aseveró.
Ortega afirmó que "tiene que haber justicia para todos, para los estudiantes, policías, trabajadores, religiosos... justicia no es solo para unos, no es que solo para un lado vamos a ver los muertos, los muertos están de todos lados".
Nicaragua espera que el diálogo nacional ponga fin a una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del Gobierno de Ortega, que ha cobrado entre 58 y 65 muertes en 29 días.
Estudiantes exigen a Ortega parar la represión
Previo al comienzo de su declaración, la instalación del diálogo nacional fue interrumpida por los universitarios presentes en la mesa con gritos de "¡eran estudiantes, no eran delincuentes!", en relación a los muertes causadas durante las protestas.
"Presidente, exigimos que cese de inmediato la represión", clamó el representante de los estudiantes en el diálogo, Lesther Alemán, antes de que iniciara Daniel Ortega su discurso.
La irrupción de Alemán causó impacto, no solamente por haber asaltado la palabra al presidente con su fuerte voz, sino también porque dejó claro que el tema principal del diálogo debe ser su renuncia al poder.
Alemán también hizo callar a algunos acompañantes de Ortega, que se pusieron a reír cuando el joven universitario hablaba.
En las afueras del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, donde se desarrolla el diálogo, la población estalló en júbilo, y en las redes sociales no se hicieron esperar las reacciones de apoyo a Alemán.
Mientras el estudiante insistía en que los jóvenes murieron a causa de la represión de Ortega, el presidente se mantuvo impasible en su silla, junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, quien no pudo ocultar cierto nerviosismo.