Ortega y la oposición reanudan el diálogo en Nicaragua

Comienza el diálogo entre la oposición y el gobierno de Nicaragua / AFP
Afp
27 2019 - 14:00

El gobierno de Daniel Ortega y la oposición reanudaron este miércoles negociaciones para buscar una salida a la grave crisis política y económica que sacude a Nicaragua, tras la liberación de un centenar de personas detenidas por protestar contra el gobierno.

Las conversaciones comenzaron con la presencia de seis delegados del gobierno y seis de la oposición, con la mediación del cardenal católico Leopoldo Brenes, según fotografías suministradas a la prensa por el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), que forma parte de la delegación opositora.

La cita se desarrolla a puertas cerradas en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), 15 km al sur de la capital.

"Nicaragua merece un diálogo serio, transparente y concreto", manifestó en Twitter la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) antes de iniciar las conversaciones.

Ortega anunció el pasado 21 de febrero la voluntad de reanudar el diálogo para restaurar "la paz y la seguridad" en Nicaragua y "abrir una nueva ruta" de entendimiento, tras 10 meses de crisis que ha deteriorado la economía.

La delegación del gobierno es encabezada por el canciller Denis Moncada, mientras que la opositora ACJD es presidida por el reconocido jurista y exdiplomático Carlos Tünnnermann.

Presos liberados

Previo a la instalación de la mesa, el gobierno liberó a parte de los más de 700 opositores presos por participar en las protestas que estallaron en abril pasado contra el gobierno de Ortega. Se desconoce en qué condiciones jurídicas fueron liberados.

"Se habla de cien personas liberadas", dijo a la AFP el abogado Marcos Carmona, presidente de la Comisión permanente de Derechos Humanos (CPDH).

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, celebró el gesto y afirmó que "el camino de liberación de los presos políticos despeja los obstáculos y nos lleva a las soluciones institucionales y democráticas".

"Me dijeron que me dieron casa por cárcel", expresó Carlos Valle, uno de los liberados, quien dijo sentirse "feliz" de volver a su hogar.

Un fotógrafo de la AFP observó que los detenidos eran llevados por agentes penitenciarios a sus respectivas casas.

"Es un milagro estar nuevamente aquí", dijo el profesor Juan Bautista, quien tras llegar a su casa denunció que fue torturado desde el día de su arresto en noviembre pasado.

Previo a las negociaciones también se conoció que fue pospuesto el juicio previsto para este miércoles contra el académico Ricardo Baltodano, hermano de la exguerrillera y disidente sandinista Mónica Baltodano, quien apoyó las protestas.

Más de una decena de audiencias fueron pospuestas desde el viernes, entre ellas las de siete dirigentes, entre los que figura la belga nicaragüense Amaya Coppens.

Contacto inicial

Se espera que este miércoles las partes presenten las propuestas y condiciones de negociación para definir la metodología del proceso, dijo Azahálea Solís, del equipo negociador de la ACJD.

Ambas partes vuelven a encontrarse nueve meses después de que se suspendieran las conversaciones mediadas por el episcopado durante la violenta represión de las protestas antigubernamentales, en las que al menos 325 personas murieron, 700 fueron detenidas y miles se exiliaron en países vecinos.

Ortega, de 73 años, alegó en la anterior ronda de diálogo que los opositores y la iglesia pretendían quitarlo del gobierno al proponer una agenda de reformas, que incluía adelantar las elecciones de 2021.

El bloque opositor que reúne a empresarios, estudiantes, campesinos y organismos de la sociedad civil propondrá la participación de "garantes internacionales", como la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas.

Y su prioridad en el diálogo será "la liberación de los presos políticos, la libertad de expresión, de movilización y que se adelanten las elecciones", apuntó Solís.

Aislamiento y crisis

El gobierno acude al nuevo ciclo negociador presionado por el colapso de la economía y el aislamiento internacional, agravado por la turbulencia que vive el gobierno venezolano de su aliado Nicolás Maduro.

"Ortega accedió a dialogar porque la resistencia civil continúa firme, por el aislamiento internacional, la situación (de crisis) en Venezuela y porque la economía está en caída libre", consideró Solís.

"El debilitamiento de Maduro debilita a Ortega", coincidió la exguerrillera sandinista Dora María Tellez, quien considera que el gobierno se sienta a negociar con "la soga al cuello".

La crisis política impactó duramente en la economía, que se contrajo 4% en 2018 y perdió más de 300.000 puestos de trabajo. La proyección para este año es de una caída del PIB de 11% y más desempleo, según gremios económicos. El gobierno, en tanto, prevé una contracción de 1%.

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