Comienza referendo por el Código de las Familias en Cuba
Con el fin de aprobar un Código de las Familias, con una batería de nuevas normas que prevean el matrimonio igualitario, la adopción por personas del mismo sexo y el vientre subrogado, entre otros, los cubanos empezaron este domingo a acudir a los colegios electorales para votar en la modalidad de referendo.
Las mesas electorales abrieron a las 07H00 (11H00 GMT) con normalidad en los colegios de La Habana, constaron periodistas de AFP.
El presidente Miguel Díaz-Canel acudió a votar muy temprano con su esposa Lis Cuesta, una mesa del municipio de Playa, en el oeste de la capital.
El Código de Familias "es una norma justa, necesaria, actualizada, moderna y que da derechos y garantías a todas las personas, a todas las diversidades de familias, de personas, de credo", dijo el mandatario a la prensa tras depositar su voto.
Hay "toda una plataforma" contra el código "que parte de toda esa estrategia de demonización contra la revolución cubana, por lo que yo digo que son los odiadores" que de cualquier forma se expresarían en contra, por considerar que si el "código es dentro de la revolución, por la revolución en una sociedad de revolución, entonces el código no debe" ser aceptado, criticó Díaz-Canel.
En el país están llamados a sufragar de manera secreta y voluntaria más de ocho millones de electores, con la instalación de cerca de 24.000 colegios electorales.
Los ciudadanos tienen que responder Sí o No a la única pregunta: "¿Estás de acuerdo con el Código de las Familias?".
La nueva legislación, que de ser aprobada sustituirá la vigente desde 1975, define el matrimonio como la unión "entre dos personas", abriendo la puerta al casamiento homosexual y la adopción para parejas del mismo sexo.
También permitirá reconocer legalmente a varios padres y madres, además de los biológicos, así como la gestación subrogada, siempre que sea sin fines de lucro, en tanto suma otros derechos que favorecen a los niños, ancianos y discapacitados.
Es la primera vez que los cubanos acuden a votar para la validación de una ley, aunque en otras tres ocasiones han sufragado en referendo textos constitucionales, la última vez en 2019 cuando se aprobó la nueva carta magna