Liberan a artista cubano del Movimiento San Isidro

El artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara, del contestatario Movimiento San Isidro, informó que fue liberado el martes, un día después de ser aprehendido cuando trataba de entregar dulces a los niños, una provocación política según las autoridades.

El estatal Noticiero Nacional de Televisión había acusado al movimiento San Isidro y Otero de pretender hacer una manipulación política y de estar financiados por el centro de reflexión Instituto Nacional Demócrata, con sede en Washington y dirigido por la exjefa de la diplomacia estadounidense Madeleine Albright.

También fue liberada Nelva Ismarays Ortega, esposa del opositor José Daniel Ferrer -líder de (UNPACU) Unión Patriótica de Cuba- quien asegura estar en ayuno desde hace 18 días.

"Estoy en la calle y esta mañana logramos repartir los caramelos a los niños de San Isidro. Hoy somos UNPACU!!", publicó Otero Alcántara el martes en su página de Facebook.

La detención de Otero Alcántara junto con otra persona, que en el momento estaba vestido de payaso, fue difundida por sus cercanos en una transmisión en vivo por internet, cuando trataban de romper un bloqueo policial en la calle donde vive, en el barrio de San Isidro de La Habana Vieja.

Otero Alcántara había anunciado temprano el lunes en Twitter una performance con carteles de su autoría alusivos a envolturas de dulces y la entrega de caramelos, a los que, según él, muchos niños cubanos no tienen acceso.

Dijo que la actividad era en apoyo a los 30 disidentes de la UNPACU, que dicen estar en huelga de hambre, encabezados por su líder, José Daniel Ferrer.

El opositor denunció el lunes que su esposa y su hija también habían sido detenidas, pero la congresista estadounidense María Elvira Salazar informó el martes que la pareja de Ferrer había sido liberada.

"Me comunican que han liberado a la esposa de @jdanielferrer en #Cuba ¡Nunca debió haber sido arrestada!", dijo Salazar en un tuit que el propio Ferrer retuiteo, sin aclarar la situación de su hija.

Estos nuevos episodios de protesta social, con el telón de fondo de una fuerte crisis económica y bajo el impulso de internet, llegan dos semanas antes del congreso del Partido Comunista de Cuba, que marcará la jubilación de Raúl Castro.