Cuba concluye que no hubo ataques acústicos a los diplomáticos de EE.UU. y Canadá
Cuba reveló este jueves el contenido de sus propias investigaciones sobre los incidentes de salud por los que decenas de diplomáticos y funcionarios estadounidenses y canadienses abandonaron La Habana, y refutó una vez más que haya existido algún tipo de ataque acústico.
Tras una larga investigación (los primeros incidentes se reportaron en febrero de 2017) los especialistas cubanos concluyeron que "no hay evidencia, teoría ni resultado investigativo apegado a la ciencia que justifique el término ataque", indicó el director para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, en rueda de prensa.
Hasta 26 funcionarios y diplomáticos de EE.UU. y 14 de Canadá destinados en La Habana han presentado desde principios de 2017 síntomas como lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración por motivos que aún se desconocen.
Ambas embajadas han reducido al mínimo su personal por este motivo y, en el caso de EE.UU., algunas autoridades de este país han calificado como "ataques" acústicos o sónicos estos incidentes, lo que ha causado fuertes tensiones diplomáticas bilaterales.
En la rueda de prensa de hoy en La Habana compareció un grupo de especialistas cubanos -desde agentes de la seguridad estatal hasta científicos y doctores- que revelaron por primera vez el contenido de sus investigaciones, realizadas en paralelo a las que se llevan a cabo en EE.UU. y con colaboraciones parciales entre ambos.
Apoyados en datos propios y de publicaciones extranjeras, los especialistas cubanos argumentaron que técnicamente no pudo ser factible haber dirigido ataques sónicos, acústicos o con microondas contra los afectados, y que los síntomas que éstos presentan tampoco se corresponderían con esa supuesta causa.
Además, minimizaron la importancia de los trastornos padecidos por los funcionarios de EE.UU. y Canadá al considerar que en gran parte podrían deberse a condiciones preexistentes, así como a causas psicológicas como la "influencia de las redes sociales, el Gobierno, los médicos y los medios de comunicación", según su informe. A
demás, acusaron a EE.UU. de no haber cooperado lo suficiente en la investigación, lo que habría dificultado el esclarecimiento de los hechos, mientras que con Canadá la colaboración es más fluida aunque sin resultados tangibles por el momento, apuntaron los expertos cubanos.
Por su parte, Fernández de Cossío acusó directamente al gobierno de Donald Trump -que aplica restricciones de viaje a Cuba por este caso- de "manipular" la información y emitir "acusaciones infundadas" para culpar a La Habana de los supuestos ataques y deteriorar aún más las ya tensas relaciones entre ambos países.
El máximo responsable de las relaciones con EE.UU. reiteró que Cuba "garantiza la seguridad y tranquilidad de todas las misiones diplomáticas y de su personal" y reiteró su voluntad de cooperar para descubrir el origen de los misteriosos incidentes, que sigue siendo una incógnita.