El asalto es considerado como una venganza de los pandilleros contra los habitantes de Petite-Riviere que ayudaron a la fuerza pública a recuperar el control de una sede de policía, agregó la portavoz.
El operativo para la incautación comenzó en horas de la madrugada y fue trasladado en caravana, con un amplio despliegue de seguridad, desde el puerto hasta la sede de CNCD en la capital.
La ONG realizó decenas de entrevistas en persona y a distancia con sobrevivientes de abuso sexual en esa empobrecida nación caribeña, así como con funcionarios y trabajadores de asistencia y de derechos humanos.
El temblor sacude la isla cuando el país se recupera del azote de Rafael, un huracán categoría 3, que golpeó el oeste del territorio, dejándolo por casi dos días con un apagón generalizado.
El meteoro se encontraba
135 kilómetros al sur de La Habana, añadió el NHC, al advertir de marejadas ciclónicas potencialmente mortales, vientos huracanados dañinos e inundaciones repentinas en parte del oeste del país caribeño.
Rafael se ubicaba el martes por la tarde 170 kilómetros al este de Gran Caimán y avanzaba con vientos sostenidos de 110 kilómetros por hora, de acuerdo con el NHC.
El país se quedó sin luz a partir del viernes, tras la salida imprevista de operaciones de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal de la isla y ubicada en Matanzas.
La misión policial encabezada por Kenia que busca ayudar a la policía nacional haitiana a recuperar el control de las áreas dominadas por pandillas se extendió hasta el 2 de octubre de 2025.
Según el presidente de Kenia, William Ruto, su país terminará antes de enero de 2025 el despliegue de sus contingentes, hasta alcanzar los 2.500 policías.