Buque hospital de EEUU convierte la zona de cruceros en un lugar de ayuda a Puerto Rico
Desde hace dos días y 16 después de que el huracán María arrasara Puerto Rico, el barco hospital de la Marina estadounidense USNS "Comfort" espera en la bahía de San Juan, en el lugar habitual de atraque de cruceros, a enfermos de centros clínicos locales sin luz.
De diez pisos de altura, este pesado barco construido en el año 1976, alberga al menos 15 áreas médicas, como cardiología, pediatría, terapia física, gastroenterología, nefrología, neurología, cirugía ortopédica, radiología, optometría, cirugía pediátrica, dental y oral maxilofacial y ginecología.
"Es incomparable. Es como un centro médico flotante y con las capacidades de atender las necesidades de todo Puerto Rico", afirmó el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, en una visita este miércoles al buque, con capacidad hasta para 1.000 pacientes y 250 camas.
Encallado desde el pasado martes en el muelle 3 de San Juan tras un viaje desde su base en Virginia, este barco -entregado a la Marina en 1987- ha brindado ayuda en catástrofes atmosféricas, como los ciclones Katrina e Rita, en 2005, así como en la primera guerra del Golfo (1990-1991), cuando atendió a cerca de 8.000 heridos.
Ahora, el "Comfort" sirve de ayuda para los damnificados en Puerto Rico por el huracán María hace 16 días, especialmente a enfermos que son atendidos en centros hospitalarios alrededor de la isla que no están en condiciones para operar ante la falta de electricidad y los daños causados por el ciclón a sus estructuras.
En la isla hay hasta 64 hospitales que están funcionando asistidos por una planta generadora de electricidad. Pero hay casos, como el del hospital Ryder en Humacao, municipio al sureste de la isla y uno de los más afectados por el paso de María, que ni siquiera tiene generador.
Estos días han sido trasladados 29 pacientes de dicho hospital al buque. A su paso por Puerto Rico, el huracán ha causado la muerte de, al menos, 34 personas.
Rosselló anunció hoy que el hospital flotante zarpará desde San Juan hacia el oeste, para recibir pacientes referidos por el Departamento de Salud.
La nave hará paradas en Arecibo-Manatí, Aguadilla, Mayagüez, Yauco-San Germán y Ponce desde el 5 al 15 de octubre.
"Esto es un activo enorme que ha tomado varios días en llegar a Puerto Rico para que el pueblo pueda tener esta capacidad médica para poder responder a cualquier emergencia", resaltó Rosselló.
El jefe del Ejecutivo indicó además que próximamente se marcará la estrategia de servicio del barco dependiendo de las necesidades que expresen las diferentes regiones médicas en la isla.
El barco, que llegó con una dotación médica formada por 522 personas y 70 marines, también tiene capacidad para distribuir recursos como medicamentos, agua y alimentos.
"Los recursos y los alivios son increíbles. El Centro Médico continuará siendo nuestro principal hospital, pero este barco es un gran beneficio para la ciudadanía, en especial para los habitantes del sureste y central de la isla", indicó Rosselló.
"El nuevo enfoque es evitar problemas de salud pública", enfatizó el jefe del Ejecutivo, quien ha acudido al "Comfort" con varios directivos sanitarios, como el secretario de Salud, Rafael Rodríguez, y Myrna Quiñones, directora médica del Hospital Pediátrico Universitario.
En entrevista con Efe, Quiñones dijo que su mayor interés es asegurarse "que nuestros pacientes que no puedan ser atendidos" en el Centro Médico o regiones, puedan ser referidos y recibir atención médica en el barco.
"Estamos identificando cuál es la necesidad del barco en cuanto a pediatría", indicó la pediatra, quien resaltó la majestuosidad y recursos con los cuales cuenta el barco hospital.
"Tiene todas las especialidades pediátricas e intensivos y cuidado neonatal que serían necesarias para cualquier emergencia", sostuvo.
Hasta el momento, según dijo Quiñones, desde el Hospital Pediátrico Universitario han logrado transportar a otros hospitales de Estados Unidos, a pacientes que precisaban operaciones de corazón, también de cáncer que no pueden recibir sus tratamientos, como trasplantes de médula ósea, entre otros.
Una situación desesperante en un país arrasado por el huracán María, que ha dejado a la isla sin luz. Dieciséis días después, solo el 9 % de la población tiene luz.
El "Comfort", que es uno de los hospitales flotantes más grandes del mundo, ya ayudó en tareas médicas en los huracanes Katrina y Rita, en 2005.
A este conflicto le siguió la crisis de los balseros haitianos de 1994, en la que cientos y cientos de personas se echaron al mar rumbo a Jamaica, huyendo de la pobreza en Haití.
También prestó ayuda cuando Al Qaeda derribó las Torres Gemelas de Nueva York o cuando Estados Unidos invadió Irak, en 2003, en una controvertida operación militar.
Se trata de un buque de acero de 273 metros de eslora, que tiene 10 pisos y el banco de sangre más grande del mundo y que para muchos es la esperanza de no estar en un hospital al que en cualquier momento se le puede ir la luz.