Bernard Law, de influyente cardenal a símbolo de uno de los peores escándalos de la iglesia

Bernard Law, "figura clave" en las investigaciones por los abusos sexuales cometidos por decenas de sacerdotes pedófilos entre 1984 y 2002, se refugió en Roma tras los escándalos y nunca fue enjuiciado. / EFE
Afp
20 2017 - 11:12

El cardenal estadounidense Bernard Law, fallecido en Roma este miércoles a los 86 años, fue uno de los purpurados más influyentes de la iglesia católica antes de caer en desgracia en 2002 por encubrir curas pederastas en la diócesis de Boston.

Law, acusado por el diario Boston Globe de ser la "figura clave" en las investigaciones por los abusos sexuales cometidos por decenas de sacerdotes pedófilos entre 1984 y 2002, se refugió en Roma tras los escándalos y nunca fue enjuiciado.

Pese a tener la reputación arruinada, el religioso gozó siempre de la protección de la Santa Sede, que lo nombró en 2004 arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor.

Llegó a oficiar varias veces misa en la basílica, lo que generó protestas y malestar de algunos fieles.

En 2011 se jubiló, pero mantuvo los títulos, como es tradición en la iglesia, de arcipreste emérito de la basílica y arzobispo emérito de Boston.

El prelado, era considerado uno de los cardenales más cercanos a Juan Pablo II y llegó a entrevistarse con el mismo Fidel Castro en diciembre de 1998, meses después del histórico viaje del papa polaco a la isla comunista para impulsar el deshielo.

Tuvo tanta influencia que llegó a entrar en la lista de los llamados "papables", de los sucesores de Pedro, pero tras el escándalo generado por haber protegido a los curas pedofilos, su carrera se hundió para siempre.

Nacido el 4 de noviembre de 1931 en la localidad mexicana de Torreón, Law, debido a que el padre era coronel de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, creció en bases militares.

Estudió historia medieval en la Universidad de Harvard y comenzó estudios religiosos en 1953. Fue ordenado sacerdote en Mississippi en 1961.

Defensor en la década de 1960 de los derechos civiles de los negros en el sur de Estados Unidos, fue un incansable opositor al aborto y simpatizante de los sectores más conservadores de la iglesia.

En cincuenta años de sacerdocio, asistió a pacientes de SIDA, a los fieles más pobres, en su mayoría negros e hispanos, pero también fue un gran amigo del presidente y la familia de George W. Bush, conocidos por sus posiciones conservadores.

- Liberal en lo social, conservador en lo moral -

Law fue nombrado cardenal por el papa polaco en 1985, un año después de convertirse en arzobispo de Boston (Massachusetts, noreste), donde tenía a su cargo unos dos millones de católicos.

Después de la muerte en mayo de 2000 del cardenal de Nueva York, John O'Connor, Law se "convirtió en el cardenal más influyente de Estados Unidos", según escribió Richard McBrien, profesor de Teología de la Universidad de Notre-Dame y especialista en la Iglesia Católica estadounidense.

Defensor de los derechos de los pobres y los desamparados, Law se oponía fuertemente al aborto, a la ordenación de mujeres, a los matrimonios entre personas del mismo sexo y estaba en contra de eliminar el celibato de los sacerdotes.

Llegó a prohibir que los defensores de la ordenación de mujeres se reunieran en propiedades de la iglesia e instó a los católicos a votar contra los candidatos demócratas a la Casa Blanca en 1984 -Walter Mondale y Geraldine Ferraro- debido al apoyo que daban al aborto.

En 1996 lideró una marcha anti-aborto y por el "derecho a la vida" en Washington.

Criticó en varias ocasiones la política estadounidense en los años 1980 hacia América Latina, siguiendo el modelo de religioso de Juan Pablo II, progresista frente a las cuestione sociales, conservador en temas morales.

Law se opuso siempre al embargo económico a Cuba y habló también por teléfono en varias ocasiones con el presidente de la isla, Fidel Castro.

Law se convirtió en 1969 en director ejecutivo de asuntos interraciales y ecúmenicos de la Conferencia Episcopal y dos años después regresó a Mississippi.

Sus denuncias de la discriminación racial le valieron una serie de amenazas de muerte.

Su ascenso en la jerarquía de la Iglesia comenzó en 1973 cuando fue designado obispo de la diócesis de Springfield-Cape Girardeau en Missouri.

Desde entonces, tuvo un gran peso en el seno de la iglesia estadounidense, pero con la revelación de los escándalos de pedofilia y debido a la presión de la ciudadanía, tuvo que dimitir.

Lo que no le perdonan al cardenal es no haber tomado medidas contra los sacerdotes que habían sido denunciados por abusar a menores, y de limitarse a trasladarlos de parroquia.

El cardenal no participó en el cónclave que eligió a papa Francisco ya que había superado los 80 años y se dice en Roma que el pontífice argentino evitó encontrarlo en sus numerosas visitas a Santa María La Mayor antes de sus viajes.

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