Aumentan las denuncias de corrupción en Puerto Rico y la oposición presiona a Rosselló
Las denuncias sobre presuntos casos de corrupción se han vuelto en Puerto Rico el pan de prácticamente cada día, mientras la oposición presiona al Ejecutivo de Ricardo Rosselló.
La polémica levantada en la isla por las denuncias de supuestos casos de corrupción continúa este martes después de que el designado secretario de Hacienda, Francisco Parés, dijera que en contra de lo que asegura su predecesor, Raúl Maldonado, no considera que haya una "mafia institucional" en esa agencia.
Parés, en entrevista radial, dijo desconocer detalles de esas denuncias y de a qué respondían las palabras de Maldonado, quien aseguró haber sido extorsionado por un funcionario en Hacienda, aunque sin dar detalles ni identificar al empleado.
"No creo que exista tal cosa como una mafia institucional. Hay sus excepciones a la regla y hay que confiar en nuestras oficinas administrativas donde se refieren estos casos, se investigan y luego se refieren posteriormente a las autoridades", subrayó Parés.
La raíz de la "crisis" por supuestos casos de corrupción que enfrenta el Gobierno de Rosselló tiene su origen en la denuncia de Maldonado, hace más de una semana, en la que aseguró que en el seno de su agencia existía una trama de corrupción que, no obstante, no identificó.
La respuesta de Rosselló fue su inmediata destitución, según el jefe del Ejecutivo por la falta de confianza que le generó que Maldonado hiciera esa renuncia ante medios de comunicación sin informarle previamente y sin seguir los cauces adecuados.
La destitución de Maldonado provocó que su hijo catalogara a Rosselló de corrupto y asegurara que el gobernador habría tratado de ocultar un informe en el que supuestamente se asegurara que el Ejecutivo de la isla gestionó de forma ineficaz unos contenedores con ayuda para los damnificados de los huracanes de 2017.
A partir de ahí se desencadenaron las acusaciones y reproches entre las partes, a las que se sumó la oposición del Partido Popular Democrático (PPD), que ha aprovechado para desgastar al Gobierno de Rosselló, que cada día ve cómo se acumulan las acusaciones de irregularidades en su Gobierno, de las que hasta el momento el jefe del Ejecutivo ha salido indemne.
El PPD, en otro caso paralelo en el tiempo al de Maldonado, ha interpuesto una querella ante la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) por la que entienden conducta irregular del secretario de la Gobernación, Ricardo Llerandi.
La formación opositora critica la que entiende censurable conducta de Llerandi al solicitar a jefes de agencia del Ejecutivo de Rosselló que vendieran boletos para dos eventos de recaudación de fondos para la campaña de reelección del gobernador.
El presidente del PPD, Aníbal José Torres, sostuvo sobre el asunto que la directora de la OEG, Zulma Rosario, debe investigar el asunto y depurar responsabilidades.
Llerandi se enfrenta ahora a dos investigaciones por ese motivo, de la OEG y la Oficina del Contralor Electoral (OCE).
El funcionario dijo en su defensa que realizó esa tarea en horas no laborables, mientras que el propio gobernador, que también lo justificó, sostuvo en referencia a la oposición que si quieren que los secretarios de agencias no participen en actos políticos que quede establecido por legislación.
Las denuncias de supuestas irregularidades en el Gobierno no son nuevas, ya que la exsecretaria de Hacienda Teresa Fuentes dejó hace meses el cargo tras expresar las preocupaciones por lo que ocurría en el seno de Hacienda, sin dar explicaciones.
Fuentes dijo que había comunicado esas preocupaciones al gobernador, la secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez, y la contralora, Yesmín Valdivieso.
La sombra de las irregularidades en Puerto Rico llegó a Washington, desde donde en su momento el presidente estadounidense, Donald Trump, calificó de "groseramente incompetentes" a los políticos de la isla.
Trump llegó a definir a los políticos de la isla de "incompetentes y corruptos", además de asegurar que Puerto Rico obtuvo más fondos que el resto de estados de EE.UU. para ayudas por los huracanes de 2017, pero que sus políticos no hicieron nada bien y sumieron a la isla en un caos.