Sri Lanka se sume en una crisis política
Sri Lanka se sumía este sábado en una crisis política que inquieta a la comunidad internacional, después de la decisión sorpresiva del presidente Maithripala Sirisena de nombrar primer ministro a su predecesor, el autoritario Mahinda Rajapakse.
El presidente suspendió el sábado el Parlamento hasta el 16 de noviembre, según responsables parlamentarios.
La víspera, había destituido a su aliado en la coalición en el poder, el primer ministro Ranil Wickremesinghe, para reemplazarlo por Rajapakse que había dirigido Sri Lanka con mano de hierro entre 2005 y 2015, y puso fin en 2009 a los combates entre la minoría tamil y la mayoría cingalesa, mediante un baño de sangre.
Wickremesinghe, de 69 años, lamentó esta decisión, que consideró anticonstitucional y reclamó una sesión extraordinaria del Parlamento, una manera de probar que sigue contando con una mayoría, ya que según él éste es el único que puede destituirlo.
El presidente del Parlamento, Karu Jayasuriya, debe ahora decidir a quién reconoce como primer ministro. El sábado, en un comunicado, llamó a la calma y a la moderación, así como a una solución rápida a esta crisis.
La próxima sesión del Parlamento, que cuenta con 225 miembros, debía iniciarse el 5 de noviembre para debatir los presupuestos de 2019.
Rajapakse, de 72 años, aclamado por sus partidarios reunidos delante de su casa en Colombo, pidió el viernes a Wickremesinghe que se marchara. Desde su balcón, afirmó que el partido de su rival debía "respetar la democracia, respetar al país y respetar la ley".
Esta crisis es observada con preocupación por la comunidad internacional, que llama a todas las partes a respetar la Constitución y a abstenerse de utilizar la violencia.
Wickremesinghe, que había sido destituido en 2004 por el presidente de entonces, enmendó la Constitución en 2015 para suprimir el poder presidencial de destituir a un primer ministro. Lo que no impidió la decisión de Sirisena, el viernes.