Malasia reitera su determinación para hacer justicia a las víctimas del MH17
El gobierno de Malasia reiteró su determinación para hacer justicia a las víctimas del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, al cumplirse cinco años de su derribo en el este de Ucrania con 298 personas a bordo, tras sus críticas a la investigación oficial.
"Han pasado cinco años pero nuestra determinación para que se haga justicia no se ha desvanecido. El gobierno de Malasia seguirá buscando a los responsables de ese crimen execrable y que se haga justicia a las víctimas", indicó el ministerio de Transporte malasio en un comunicado.
"Seguiremos firmes en nuestro objetivo y moveremos cielo y tierra hasta que se haga justicia", añadió. El avión, que viajaba entre Amsterdam y Kuala Lumpur, fue abatido el 17 de julio de 2014 con un misil tierra-aire de fabricación rusa disparado desde una zona del este de Ucrania controlada por milicias separatistas prorrusas, según la investigación oficial.
El ministerio malasio aseguró que seguirá trabajando con los otros países miembros del Equipo de Investigación Conjunta (JIT), que el mes pasado identificó a tres rusos y un ucraniano como responsables del lanzamiento del misil que derribó el avión.
El informe del JIT, que anunció que presentará cargos contra los sospechosos en los Países Bajos, fue recibido con críticas del primer ministro malasio, Mahathir Mohamad, que denunció "motivaciones políticas" para incriminar a Rusia y reclamó "pruebas sobre la culpabilidad".
El JIT, formado después del desastre, reveló en un informe el año pasado que el sistema de misiles aéreos que derribó el avión pertenecía a una unidad militar rusa, que lo trasladó desde Kursk (Rusia) hasta un territorio controlado por separatistas prorrusos en Donetsk (este de Ucrania) un mes antes del ataque.
Tras la publicación del informe, Holanda y Australia, países de los que proceden mayoritariamente las víctimas, responsabilizaron formalmente a Rusia de "participar" en el derribo del MH17.
Rusia ha negado rotundamente los dos principales argumentos de la comisión de investigación: que el misil que abatió el aparato fuera lanzado desde una zona controlada por los separatistas prorrusos y que la lanzadera hubiera sido transportada desde Rusia, adonde habría sido llevada de vuelta tras la catástrofe.