Japón reanuda un reactor nuclear de más de 40 años, algo inédito desde Fukushima
Un reactor nuclear de más de 40 años volvió a funcionar el miércoles en Japón, algo inédito para una instalación de esta antigüedad desde la introducción de nuevas normas de seguridad tras el desastre de Fukushima en 2011.
El reactor número 3 de la central nuclear de Mihama (centro de Japón), que había sido completamente apagado poco después del accidente nuclear de Fukushima al igual que todas las demás centrales atómicas del país, se reinició por primera vez en diez años, informó el operador Kansai Electric Power en un comunicado.
Mihama se convierte así en "la primera central nuclear que opera en Japón más allá de los 40 años, desde la instauración de nuevas normas" de seguridad, destacó el presidente de Kansai Electric Power, Takashi Morimoto, citado en el comunicado.
También es el primer arranque de un reactor nuclear en Japón desde 2018.
A finales de abril, Tatsuji Sugimoto, gobernador del departamento de Fukui, donde se encuentra la central nuclear de Mihama, había eliminado el último obstáculo reglamentario para el reinicio de su reactor número 3.
Dos reactores de la central nuclear de Takahama, también de más de 40 años de antigüedad, situada en el mismo departamento de Fukui, han obtenido el visto bueno de las autoridades locales pero aún no se han reiniciado debido a las obras de modernización que aún están en curso.
Con el de Mihama, diez reactores están activos en Japón, frente a los 54 que existían antes de la catástrofe de Fukushima hace diez años.
Se ha procedido al desmantelamiento de unos 20 reactores, entre ellos el de la central accidentada de Fukushima Daiichi.
El gobierno japonés está a favor de una reactivación de la energía nuclear, para reducir la importante dependencia energética actual del archipiélago, y también para alcanzar sus nuevos y ambiciosos objetivos de reducción de las emisiones de CO2 de aquí a 2030 y de neutralidad de las emisiones de carbono de aquí a 2050.
Pero la voluntad de Tokio choca a menudo con una fuerte oposición local con contenciosos jurídicos y, además, el mantenimiento y la modernización de las centrales nucleares suponen costes faraónicos.