Gobierno de Hong Kong quiere poner fin a las protestas a través del diálogo
La jefa de Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, anunció hoy que comenzará a reunirse con ciudadanos la próxima semana para solicitar sus puntos de vista sobre los cambios que tienen que llevarse a cabo en la urbe, para tratar de poner fin a la crisis política que comenzó hace 100 días.
En una conferencia de prensa previa a una reunión semanal con su Gabinete, Lam dijo que lanzará formalmente una plataforma de diálogo la próxima semana, cuando se reunirá con entre 100 y 200 personas para escuchar los puntos de vista "expresados libremente" por los participantes.
El pasado 4 de septiembre, cuando anunció la retirada del polémico proyecto de ley de extradición que originó las protestas, Lam ya anunció la creación de una plataforma con la que busca escuchar las preocupaciones y demandas de los hongkonenses.
Sin embargo, las protestas no han cesado, sino que el pasado fin de semana se intensificaron, con escenas de violencia que atestiguaron que la crisis está lejos todavía de resolverse.
"Celebraremos la primera sesión la próxima semana y esta será una plataforma de diálogo abierta, con la que invitaremos a personas de todos los ámbitos de la vida a que vengan a expresarnos sus puntos de vista. Esto se debe a nuestra convicción de que la comunicación es mucho mejor que la confrontación", apuntó Lam.
La mandataria explicó que cualquiera puede solicitar su asistencia a la reunión y que, en el caso de que haya demasiados solicitantes, se hará un sorteo para elegir a los participantes.
"Espero que no haya ninguna duda de que después de tres meses de disturbios sociales (...) la gente ahora se da cuenta de que no se trata solo de la ley. Estamos entrando en un nuevo estilo de gobernanza más abierto y orientado a las personas por lo que creo que este tipo de diálogo será muy útil", dijo.
Según precisó, muchos de los problemas expresados por los ciudadanos en las calles tienen que ver con "vivienda, escasez de tierra, falta de diversidad e inclusión" económica.
Lam también condenó "todas las formas de violencia" asociadas con el movimiento de protesta en curso y defendió a la policía, que en las últimas semanas se ha convertido en el principal sujeto de crítica pública por su brutalidad y por presuntamente realizar arrestos arbitrarios.
El domingo, una marcha prohibida por la policía atrajo a miles de personas a las calles. Como ha sucedido en ya numerosas ocasiones, se registraron enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes, así como peleas callejeras entre progubernamentales y prodemocráticos.
Durante las peleas callejeras que tuvieron lugar el domingo por la noche en una zona residencial en la isla de Hong Kong, un grupo de hombres de mediana edad, algunos de los cuales hablaban con acento chino continental, blandieron armas como cuchillos y sillas plegables y atacaron a jóvenes manifestantes y a periodistas.
Algunos de los hombres también fueron golpeados por algunos manifestantes, que acusaron a los agentes de policía de no tomar ninguna medida contra los agresores, una acusación que la policía negó en una conferencia de prensa ayer.
Lam se refirió hoy a estos sucesos y enfatizó: "la fuerza policial de Hong Kong es completamente imparcial y trata a todos por igual cuando hace cumplir la ley y salvaguarda la seguridad pública. Estoy completamente en desacuerdo con las acusaciones de que nuestra fuerza policial está siendo injusta".
La líder de 62 años, que retiró formalmente el proyecto de ley de extradición el 4 de septiembre en medio de una presión pública incesante, también expresó su decepción con la decisión de la agencia de calificación crediticia Moody's de rebajar la perspectiva crediticia de Hong Kong de "estable" a "negativa".
"No estamos de acuerdo, especialmente si la justificación de ese tipo de cambio en la perspectiva se basa en si todavía estamos defendiendo la fórmula de 'Un país, dos sistemas", dijo.
Lam reconoció, sin embargo, que la "continua inestabilidad y el malestar social en Hong Kong (...) inevitablemente socavará y afectará negativamente la percepción internacional sobre el entorno empresarial".
Es por ello que, añadió, "mientras se crea esta plataforma de diálogo, la primera prioridad sigue siendo detener esta violencia y restaurar la ley y el orden en Hong Kong lo antes posible", añadió.