El caso de la influencer que fue rociada con gasolina por su expareja mientras hacía un live

En la mayoría de los casos, la violencia doméstica tiene antecedentes, como el caso de Amulu, que mientras hacía una transmisión en vivo, fue rociada con gasolina e incendiada por su ex esposo.

Mejor conocida como Lamu, una mujer china nacida en el Tibet, de 30 años. Era famosa en la red social Douyin, un tipo de tiktok en el país asiático, y tenía aproximadamente 800,000 seguidores.

Mostraba su estilo de vida rural, recreando divertidas canciones con ropa tradicional tibetana, buscando comida y cocinando en las montañas.

De acuerdo a la investigación, anteriormente y en repetidas ocasiones Lamu había denunciado la violencia que sufría por parte de su esposo Tang Lu, sin embargo, la respuesta de las autoridades fue que ‘la violencia es un asunto familiar’.

A pesar que se divorciaron en junio del 2020, Tang la amenazaba de matar a sus hijos si no regresaba con él, a lo que la joven cedió, pero la violencia no se detuvo, por lo que finalmente se divorció nuevamente y Amulu obtuvo la custodia de sus hijos.

3 meses después, el asesinato se dio mientras ella estaba en casa de su padre, fue sorprendida por su ex esposo, quien la roció con gasolina y prendió en fuego, todo esto mientras ella hacía una transmisión en directo. Al llegar al hospital, le diagnosticaron quemaduras en el 90% de su cuerpo y luego de haber estado internada 2 semanas, falleció por la gravedad de las heridas. Dejando a dos niños huérfanos.

Luego de su muerte, internautas se volcaron a pedir justicia por su muerte, utilizando hashtags que luego fueron censurados.

El homicida fue detenido, juzgado y sentenciado a la pena capital.

Por este crimen, un tribunal emitió una sentencia de muerte contra Tang y calificó el crimen como "extremadamente cruel y con impacto social extremadamente malo".

Recientemente en China fue introducido un 'periodo de reflexión' obligatorio de 30 días para las parejas que quieran divorciarse, esto ha levantado las alarmas, ya que dificulta que las mujeres que sufren de violencia doméstica puedan alejarse del agresor.

Aunque China consideró un delito la violencia doméstica a partir del 2016, apenas hace 5 años, aún es la realidad de muchas mujeres en el país, especialmente en las zonas rurales. Aproximadamente una cuarta parte de las mujeres casadas sufren de abuso doméstico, según estudios de la Federación de Mujeres en China.