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Enfermos de cáncer en Filipinas caen en la trampa de las curas 'alternativas'

Una mujer filipense muestra una camiseta con
Mary Ann Eduarte muestra una camiseta que dice 'just it cure' / AFP
AFP
15 de marzo 2024 - 06:50

La filipina Mary Ann Eduarte retrasó varios años la quimioterapia contra un cáncer de pecho y confió en suplementos alimenticios supuestamente curativos promocionados en redes sociales. No funcionaron y el tumor se expandió a los huesos y los pulmones.

Esta madre soltera es una de las muchas personas en Filipinas víctimas de engaños por la desinformación médica que inunda las redes sociales, muy usadas en este archipiélago del sudeste asiático.

La falta de personal médico, el difícil traslado a un hospital, la poca educación en materia sanitaria o el miedo a unas facturas desorbitadas llevan a muchos enfermos a buscar tratamientos alternativos en internet.

En los últimos años, los periodistas de investigación digital de la AFP observaron una explosión en el volumen de publicaciones y anuncios pagados que promueven tratamientos de eficacia no demostrada para enfermedades como el cáncer.

La tendencia se aceleró con la pandemia del covid-19, por la saturación de los sistemas sanitarios y el miedo de muchos pacientes a acudir a un hospital.

Eduarte, de 47 años, se gana la vida vendiendo productos de belleza por internet.

En 2014 se detectó un bulto en el seno derecho. Le recomendaron someterse a una biopsia para averiguar si era cáncer, pero ella tenía miedo y retrasó el procedimiento dos años.

Mientras, gastó 50.000 pesos (900 dólares) mensuales en suplementos alimenticios, como bebidas de frutas tropicales y hierba de cebada, que había visto promocionados en Facebook y YouTube como remedios para el cáncer.

Finalmente se sometió en 2016 a una biopsia, que confirmó que era un tumor maligno. Entonces rechazó la quimioterapia, por temor a enfermar y a perder el pelo, y continuó con sus suplementos otros tres años.

"Realmente creía que destruirían mis células cancerígenas porque era lo que me decían sus anuncios", explica Eduarte a la AFP desde su casa en Manila.

"Publicaban testimonios que decían que se habían curado", continúa.

No fue hasta el diagnóstico de la metástasis que Eduarte aceptó la quimioterapia.

"Tomé una mala decisión", admite.

"Esos suplementos alimenticios me costaron más que si hubiera buscado inmediatamente un tratamiento médico estándar", afirma.

"Nuestro poder es limitado"

Madonna Realuyo, oncóloga en el Hospital Regional y Centro Médico de Bicol, alerta que la desinformación en línea es un "grave problema".

"Cinco de cada diez pacientes que visito me preguntan sobre algo que han visto o leído en internet. Un 90% de las veces, la información es incorrecta", asegura.

"Darles información correcta no garantiza que nos escuchen o nos crean", advierte.

El coste de un tratamiento oncológico, que puede llegar a millones de pesos, hace que los pacientes sean más vulnerables a los anuncios engañosos de productos alternativos supuestamente más baratos.

"Cuando te diagnostican cáncer, la realidad es que hay muchos gastos extras", afirma Aileen Antolin, de la Fundación Filipina para el Cáncer de Mama.

El equipo de periodistas de la AFP dedicado a investigación digital desmiente recurrentemente publicaciones en Facebook que promocionan falsos remedios naturales contra el cáncer.

Uno de estos es el "Doc Atoie's Finest Guyabano Wine", una de las bebidas tomadas por Eduarte, que cuenta con publicaciones en Facebook compartidas por cientos de miles de seguidores.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Filipinas explicó a la AFP que no puede perseguir a las empresas o individuos detrás de estos anuncios porque todavía no se han implementado las directrices para aplicar la ley de 2009 aprobada a estos efectos.

Entonces se limita a publicar advertencias en su página web y en sus cuentas de redes sociales. "Nuestro poder es limitado", reconoce su abogada, Pamela Sevilla.

La política de Meta, la empresa matriz de Facebook, prohíbe publicitar "promesas y sugerencias de resultados poco realistas" en materia de "salud, pérdida de peso y oportunidades económicas". 

Sin embargo, al revisar la biblioteca de anuncios de Meta, la AFP encontró promociones de "Doc Atoie's Finest Guyabano Wine" y otros productos de este tipo.

Silenciado por denuncias

La marea de desinformación médica durante la pandemia llevó al doctor Adam Smith, que trabaja en Melbourne, Australia, pero domina el idioma filipino tagalo, a publicar videos en Youtube para señalar anuncios engañosos.

"Me di cuenta que mucha gente creía que podía tratar sus enfermedades médicas con suplementos y vitaminas, lo que era una locura para mí", explica el doctor a la AFP en una videollamada.

Pero abandonó después de recibir varias denuncias de las empresas cuyos productos desacreditaba.

"Estas compañías e individuos están muy satisfechos de usar el sistema judicial filipino para silenciar la libertad de expresión y cualquier crítica", afirma.

Tras sobrevivir finalmente al cáncer, Eduarte se fijó ahora la misión de educar a otros sobre los peligros de la desinformación.

"Os lo digo, tomar esos suplementos alimenticios no hizo nada para curar mi enfermedad", reitera.

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