Corte Internacional de Justicia ordena a Siria poner fin a los actos de 'tortura'

La Haya, Países Bajos/La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó este jueves a Siria detener sus actos de tortura y a los actos "crueles", en el primer caso internacional sobre la guerra civil que comenzó en 2011. 

El principal órgano judicial de la ONU, con sede en La Haya, dijo que Siria debe "tomar todas las medidas a su alcance para prevenir actos de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes". Si bien funcionarios sirios ya han sido llevados ante la justicia en varios países, incluyendo Alemania y Francia, esta es la primera vez que la justicia internacional se pronuncie sobre las exacciones cometidas por el régimen sirio durante la guerra civil.

El tribunal internacional también instó a Siria a "tomar medidas efectivas para evitar la destrucción y garantizar la conservación de todos los elementos probatorios" vinculados a estas torturas y malos tratos. La decisión llega un día después de la emisión de parte de la justicia francesa de una orden de arresto internacional contra el presidente sirio Bashar al Asad, acusado de complicidad de crímenes contra la humanidad por los ataques químicos perpetrados en el país en 2013.

Canadá y Países Bajos pidieron a la CIJ ordenar la detención de la tortura en las prisiones sirias "con toda urgencia" porque "cada día cuenta" para quienes están detenidos. La tortura en Siria es "omnipresente y arraigada (...) y continúa hoy en día", escribieron estos dos países en su demanda.

"Decenas de miles de personas murieron, o se consideran fallecidas, después de torturas", añadieron los dos países citando un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En un comunicado conjunto, ambos países pidieron a Damasco "poner en marcha inmediatamente estas medidas conservatorias para evitar que su balance en materia de violaciones de derechos humanos se agrave más".

En octubre, los jueces de la CIJ, con sede en La Haya, escucharon desgarradores testigos de reos sirios que describieron violaciones colectivas, mutilaciones y crueles castigos. Si bien las decisiones de la CIJ son jurídicamente vinculantes, este tribunal no tiene poder para aplicarlas. Además, Siria no ha ratificado el Estatuto de Roma en el que se basó su fundación.