China califica de 'manipulación' el informe estadounidense sobre su arsenal nuclear
El gobierno chino calificó este jueves de "manipulación" el informe del Pentágono estadounidense que alerta de una expansión más rápida de la esperada del arsenal nuclear del gigante asiático.
"El informe publicado por el departamento de Defensa de Estados Unidos, como informes similares anteriores, ignora los hechos y está lleno de prejuicios", dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin.
El responsable acusó también a Washington de "manipulación" y de "inflar la tesis de China como amenaza nuclear", y señaló precisamente a Estados Unidos "como la mayor fuente mundial de amenaza nuclear".
El reporte del Pentágono publicado el miércoles asegura que China desarrolla su arsenal nuclear más rápido de lo previsto y que ya puede lanzar misiles armados con cabezas nucleares desde tierra, mar y aire.
El objetivo de China, según este informe, es disponer de un arsenal en 2027 para "contrarrestar al ejército estadounidense en la región del Indo-Pacífico" y forzar una reintegración de Taiwán, que Pekín considera como una provincia propia.
De acuerdo con las previsiones del Pentágono, China podría tener 700 ojivas nucleares en 2027 y llegar a las 1.000 en 2030, un arsenal dos veces y medio mayor de lo que el Pentágono preveía hace sólo un año.
Aun así, el arsenal chino estaría lejos de igualar al de Estados Unidos y Rusia, que poseen, conjuntamente, más del 90% de las armas nucleares del mundo: 5.550 Estados Unidos y 6.255 Moscú, según cifras del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri).
En la edición anterior de este informe presentado anualmente al Congreso, publicado el 1 de septiembre de 2020, el Pentágono calculaba que el gigante asiático disponía de unas 200 ojivas nucleares, pero esperaba que duplicara esta cantidad en 2030.
"Opciones más creíbles" sobre Taiwán -Para obtener estas cifras, los autores del informe se basan en declaraciones de responsables chinos en los medios oficiales y en imágenes vía satélite que muestran la construcción de un importante número de silos nucleares, indicó un alto responsable del ministerio de Defensa.
"Esto es muy preocupante para nosotros", indicó este responsable, asegurando que esta aceleración "plantea dudas sobre sus intenciones".
En octubre de 2020, el Partido Comunista Chino se fijó el objetivo de modernizar la teoría, la organización, el personal, el armamento y los equipos de su ejército de aquí a 2027, indica el informe.
"Si los consiguen, estos objetivos darían a Pekín opciones militares más creíbles frente a Taiwán", señala el documento.
Cuestionado el miércoles durante una conferencia sobre el riesgo de un ataque a corto plazo a Taiwán desde China, el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, estimó que era "improbable" en los próximos 24 meses.
Pero Estados Unidos tiene "absolutamente las capacidades" de defender esta isla a menos de 200 km de las costas chinas, aseguró. "No hay ninguna duda", añadió.
En las últimas semanas ha escalado la tensión verbal entre las dos grandes potencias sobre el destino de este territorio con un gobierno democrático, pero considerado como propio por China, que aspira a una "reunificación", incluso por la fuerza.
El presidente estadounidense Joe Biden recientemente se comprometió a defender militarmente Taiwán en caso de un ataque chino.
El Pentágono cuestionó también en el informe las intenciones del ejército chino en materia de investigación biológica de sustancias con potenciales usos médicos y militares.
"Los estudios realizados en instituciones médicas militares de la República Popular China abordaron la identificación, prueba y caracterización de diversas familias de toxinas potentes con aplicaciones de doble uso", generando preocupaciones sobre el cumplimiento de los tratados mundiales sobre armas biológicas y químicas.
El alto responsable del Pentágono precisó que estas actividades no estaban vinculadas al origen de la pandemia del covid-19, que algunas teorías atribuyen a una fuga en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, donde el virus se detectó por primera vez en diciembre de 2019.