Argentina y Brasil se plantan ante exigencias ambientales de la UE en cumbre del Mercosur
Argentina y Brasil, las mayores economías sudamericanas, plantaron cara este martes ante la "inaceptable" y "parcial" postura ambiental de la Unión Europea (UE) en el acuerdo comercial con el Mercosur, durante una cumbre del bloque en la que las posturas sobre Venezuela volvieron a dividir.
La UE "nos presenta una visión parcial del desarrollo sostenible, excesivamente centrada en lo ambiental", dijo el mandatario argentino Alberto Fernández, anfitrión de la cita en Puerto Iguazú (noreste).
La UE y el Mercosur, que integran además Brasil, Uruguay y Paraguay, intentan concretar un tratado de libre comercio luego de llegar a un acuerdo de principios en 2019, tras más de dos décadas de duras negociaciones, sin que aún se haya ratificado.
Pero un documento adicional al acuerdo presentado en marzo por el bloque europeo de 27 países, con exigencias medioambientales relativas al sector agropecuario, generaron resquemores entre los países suramericanos.
Ese documento "es inaceptable. Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones", enfatizó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
"No nos interesan acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materia prima, productos mineros y petróleo", añadió.
Fernández se hizo eco de ese punto: "Nadie puede condenarnos a ser proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos las venden a precios exorbitantes".
A la cita, con las Cataratas de Iguazú de fondo, asistieron también el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y el paraguayo Mario Abdo Benítez. Además estuvo presente el mandatario de Bolivia, Luis Arce, cuyo país espera su adhesión como miembro pleno del bloque fundado en 1991.
"Espada en la cabeza"
El regreso al poder en Brasil del izquierdista Lula en enero dio un nuevo impulso al diálogo con la UE, tras un estancamiento durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Pero las exigencias medioambientales europeas han creado una nube de desconfianza.
Lula, que este martes asumió la presidencia pro témpore del Mercosur, alertó contra "imposiciones" de la UE.
"Es un acuerdo de compañeros, de socios estratégicos. Nada de colocar la espada en la cabeza del otro. Nos vamos a sentar y arreglar nuestras diferencias", afirmó en una entrevista a la televisión pública brasileña poco antes de la cumbre.
Solo Brasil resta por presentar al bloque sus observaciones sobre las exigencias ambientales europeas. Lula indicó que su gobierno tendrá pronto una contrapropuesta.
"Es imperativo que el Mercosur presente una respuesta rápida y contundente", dijo el mandatario en la cita presidencial en Puerto Iguazú, cerca de la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay.
Bruselas será sede del 17 al 18 de julio de una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la primera en ocho años. Lula no ha confirmado si asistirá.
Con el 62% de la población de Sudamérica y 67% de su PIB, el Mercosur es el mayor bloque comercial del continente.
Pero las asimetrías entre sus grandes economías y las más pequeñas de Uruguay y Paraguay, dificultan llegar a consensos.
Uruguay, que negocia un TLC con China sin la anuencia de sus socios del Mercosur, no firmó una declaración conjunta de la cumbre.
Discordia sobre Venezuela
El bloque mostró igualmente grietas respecto a la situación en Venezuela.
Abdo Benítez y Lacalle Pou criticaron la inhabilitación política a 15 años en Venezuela de la aspirante presidencial opositora María Corina Machado, por decisión de la Contraloría de ese país.
La exdiputada participa en un proceso de primarias organizado por la oposición al mandatario chavista Nicolás Maduro de cara a los comicios presidenciales previstos para el próximo año, aún sin fecha.
"Choca de frente y escandalosamente con la letra clara de los derechos humanos", afirmó el presidente paraguayo.
Para Lacalle Pou, con la inhabilitación de Machado "está claro que Venezuela no va a salir a una democracia sana".
Sus pares de Brasil y Argentina discreparon sobre exponer el tema en foros internacionales.
"El problema de Venezuela deben arreglarlo los venezolanos a través del diálogo entre ellos, no los demás países metiéndonos en cuestiones internas", afirmó.
De su lado, Lula da Silva, dijo desconocer los detalles del caso Machado, pero llamó a no "aislar" a Venezuela.
El líder izquierdista defiende a Maduro, al calificar las denuncias de autoritarismo en Venezuela como una "narrativa".