La República Democrática del Congo se moviliza ante el brote de ébola
La OMS anunció que "no se cumplían actualmente las condiciones de una emergencia de salud pública de alcance internacional".
La República Democrática del Congo (RDC) estaba movilizada este viernes con sus países vecinos y las agencias de ayuda internacionales para afrontar la epidemia de ébola que se declaró en el noroeste del país y cuyo balance de víctimas aumentó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que el número de muertos por el brote de ébola se elevaba a 25 personas, de un total de 45 casos confirmados o sospechosos.
El Comité de Emergencia de la OMS, reunido este viernes por la tarde en la sede de esta organización de la ONU en Ginebra, anunció que en la RDC "no se cumplían actualmente las condiciones de una emergencia de salud pública de alcance internacional".
"El riesgo de propagación internacional es bastante alto", pero hay importantes motivos para pensar que "esta situación puede ser controlada", declaró Robert Steffen, del Comité de Emergencia de la OMS, en rueda de prensa en Ginebra.
La epidemia surgió a primeros de mayo en una zona rural del noroeste de la RDC, antes de propagarse hasta Mbandaka, una ciudad de cerca de 1,5 millones de habitantes situada en el río Congo y conectada a Kinshasa por numerosas vías fluviales. Este caso "aumenta el riesgo de propagación en RDC y en los países vecinos", según la OMS.
Más de 300 personas podrían haber tenido contactos directos o indirectos con enfermos de ébola en Mbandaka, capital de la provincia de Ecuador, señaló una fuente médica.
"Alerta elevada"
Ante la amenaza, países vecinos de la RDC se declararon este viernes en estado de "alerta elevada".
"Cinco de los seis Estados miembros de la EAC (Comunidad de África del Este) comparten frontera con la RDC, y todos mantienen intercambios comerciales con importantes flujos transfronterizos", recordó esa organización, subrayando que "aún no se había registrado ningún caso de ébola en la región".
"Los Estados miembros implementaron una serie de medidas de seguridad", entre ellas un examen rápido para las personas procedentes de la RDC, la movilización del personal sanitario y campañas de información para los habitantes.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunció por su parte el despliegue de epidemiólogos y de personal médico en Kinshasa y en 16 puntos de entrada a la RDC para impedir la propagación del virus del Ébola.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) movilizó a más de 200 voluntarios en la lucha contra la epidemia.
Plan de respuesta
El ministerio de Salud congoleño anunció este viernes la activación de su plan de "respuesta" contra el virus en Mbandaka, adonde el ministro Oly Ilunga viajó este viernes.
"Mbandaka está bajo vigilancia sanitaria", declaró a la AFP Jessica Ilunga, encargada de la comunicación del ministerio de Salud.
"El gobierno decretó la gratuidad de los cuidados porque la barrera financiera no puede en ningún caso suponer un freno al acceso a los cuidados de salud, sobre todo en periodos de epidemia", declaró el ministro de Salud citado por la televisión pública.
En Mbandaka, los habitantes acogían esos anuncios con escepticiscmo. "¿Qué tipo de respuesta es? Varias delegaciones vienen y van, pero aquí no vemos nada", dijo un habitante de la ciudad, Gaston Bongonga.
"Las autoridades no han hecho nada para evitar que ébola llegara a Mbandaka", consideró otro habitante.
En los puertos, el dispositivo de control se compone de termómetros de infrarrojos, barreños de agua y jabón líquido, y de un registro en el que se escriben los nombres y las direcciones de los viajeros que llegan al país, comprobó un corresponsal de la AFP.
La OMS envió 7,540 dosis de una vacuna experimental, de las que ya llegaron 4,300 a Kinshasa.
El país africano afronta su novena epidemia de ébola desde que el virus se identificó por primera vez en su suelo en 1976. El último brote, que se remonta a 2017, dejó cuatro muertos antes de ser controlado.
La epidemia de Ébola más violenta de la historia golpeó África occidental entre finales de 2013 y 2016, y causó más de 11,300 muertos entre 29,000 casos censados, más del 99% en Guinea, Liberia y Sierra Leona. La OMS suscitó entonces numerosas críticas por su tardanza a la hora de reaccionar.