La Policía dispersa una protesta contra inmigrantes en Sudáfrica
La Policía dispersó hoy una protesta en la que centenares de ciudadanos, algunos armados con piedras, se disponían a atacar a inmigrantes procedentes de otros países africanos en el oeste de Pretoria.
Los agentes utilizaron gas lacrimógeno y cañones de agua para reprimir los ataques hasta mantener "la situación bajo control", informó el comisario nacional de la Policía, Khomotso Phalhane.
En las últimas 24 horas, 136 personas han sido detenidas en relación con acciones violentas contra inmigrantes ocurridas en el país durante los últimos días, precisó Phalhane.
Los incidentes se registraron antes y durante una marcha convocada hoy por una asociación de vecinos del antiguo gueto negro de Mamelodi contra la presencia de inmigrantes ilegales, en la que la Policía empleó también pelotas de goma, según imágenes recogidas por televisiones locales.
Estos nuevos episodios de violencia contra extranjeros se producen días después de que vecinos sudafricanos de Johannesburgo y Pretoria incendiaran varias propiedades de inmigrantes nigerianos en las que, según aseguraban, se ofrecían drogas y se prostituía a jóvenes locales.
Comercios regentados por somalís fueron saqueados por algunos participantes en la protesta de hoy, que partió de las afueras de Pretoria y sembró el caos y la violencia en el centro de la capital.
Inmigrantes somalís y de otros países del continente armados con machetes y barras de hierro se agruparon en algunos lugares para defenderse de los locales, que acusan a los extranjeros de dedicarse a actividades delictivas y quitarles trabajo y oportunidades de prosperar.
Un grupo de los manifestantes, que ha completado la marcha contra la inmigración ilegal de forma pacífica, ha entregado en la sede del Ministerio del Interior un memorando con su solicitud de acción contra la inmigración ilegal.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, hizo precisamente hoy un llamamiento a la calma y pidió a sus ciudadanos que paren los ataques a extranjeros.
En Nigeria, un grupo de ciudadanos destrozó ayer la sede central de la empresa sudafricana de telefonía MTN en la capital del país, Abuya, en respuesta a la violencia contra sus compatriotas en Sudáfrica.
Estos incidentes han elevado la tensión entre las dos primeras potencias africanas.
El Gobierno nigeriano ha pedido explicaciones a Sudáfrica y prometió ayer medidas contra los empresarios que empleen a indocumentados.
Las oleadas de violencia xenófoba son un fenómeno habitual en los antiguos guetos negros de Sudáfrica, que tienen los índices de desempleo y violencia más elevados del país.
Al menos siete personas murieron en 2015 en una serie de ataques a comercios de extranjeros en Johannesburgo y Durban, y más de 60 personas perdieron la vida en 2008 en el peor estallido xenófobo que se recuerda.