La ONG HRW denuncia "fuerte represión" en Egipto
La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció el lunes las "flagrantes violaciones" de derechos humanos cometidas por el gobierno del presidente egipcio Abdel Fattahal Sisi en su primer año de mandato.
Según la ONG, el presidente y su gobierno ofrecieron "impunidad casi total por los abusos de las fuerzas de seguridad", así como nuevas "leyes severamente restrictivas para los derechos civiles y políticos".
"Ningún miembro de las fuerzas de seguridad ha sido considerado responsable por las numerosas muertes de manifestantes después de la destitución militar de Mursi", denunció la ONG.
Sisi fue elegido presidente en mayo de 2014 y prestó juramento hace exactamente un año. En la práctica, el exjefe del Ejército fue uno de los hombres fuertes de Egipto desde que el presidente islamista Mohamed Mursi fuera destituido en julio de 2013.
Los defensores de derechos humanos acusan a Sisi de instaurar un régimen aún más represivo queel deHosni Mubarak, ex presidente derrocado en 2011 por el levantamiento popular. Desde la destitución del presidente Mursi, policías y soldados llevan a cabo persecuciones sangrientas contra toda oposición, ya sea islamista, laica o de izquierdas.
El presidente Sisi "supervisa las flagrantes violaciones de derechos humanos desde su asunción al poder hace un año", denunció HRW que lamenta el silencio de Estados Unidos y de los gobiernos europeos.
El ex jefe de las fuerzas armadas goza de buena popularidad entre una gran parte de la población, que ve en él el único hombre capaz de relanzar una economía en crisis y de poner fin a la inestabilidad política que reina en el país desde 2011.
Unas 2.600 personas fueron asesinadas en las violentas revueltas que tuvieron lugar con la expulsión de Mursi, de las cuales 1.250 eran seguidores suyos y 700 miembros de las fuerzas de seguridad, según el Consejo Nacional de Derechos Humanos, un órgano del Estado citado por HRW.
La ONG, con sede en New York, también denuncia una controvertida ley que limita el derecho de manifestación y que ha permitido que decenas de personalidades de las revueltas de 2011 hayan sido detenidas y condenadas.
"El gobierno de Sisi actúa como si, para restablecer la estabilidad, fuera necesaria una dosis de represión sin precedentes desde hace décadas en Egipto, pero el remedio está siendo peor que la enfermedad", asegura la organización.
Igualmente, centenares de policías y soldados han muerto en atentados reivindicados por grupos yihadistas que dicen actuar en respuesta a la represión que sufren los seguidores de Mursi.