Inicia dura negociación de tratado mundial sobre los plásticos
Representantes de 175 países están reunidos en Kenia desde del lunes para negociar por primera vez las medidas concretas de un esperado tratado mundial vinculante contra la contaminación causada por los plásticos. Los países participantes se comprometieron el año pasado a cerrar en 2024 un tratado auspiciado por la ONU para enfrentar la lacra de los plásticos, omnipresentes en océanos, montañas e incluso el cuerpo humano.
Los negociadores celebraron ya dos reuniones previamente, pero la de Nairobi es la primera ocasión de debatir un borrador de tratado publicado en septiembre, que dibuja las formas de atajar el problema de los plásticos, fabricados a partir de combustibles fósiles.
La reunión tendrá lugar además a pocos días de que se abra el 30 de noviembre en Dubái la gran conferencia anual de la ONU sobre el clima, la COP28. La agenda estará precisamente dominada por el debate sobre el futuro de los combustibles fósiles, que contribuyen al cambio climático. Si bien hay un consenso amplio acerca de la necesidad de un tratado, las diferencias sobre el método son importantes.
"Y esa es la gran batalla que veremos ahora", apunta Eirik Lindebjerg, de WWF, uno de los miles de participantes que se esperan en la reunión de Nairobi del 13 al 19 de noviembre, en la sede mundial del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés).
Varios países y oenegés abogan por prohibir los plásticos de un solo uso y por imponer normas estrictas que limiten la fabricación de plástico nuevo, entre otras medidas. Otros en cambio prefieren mejorar la gestión de residuos plásticos y el reciclaje, en lugar de recortar drásticamente la producción. Entre esos países figuran China, Estados Unidos, Arabia Saudita y otros miembros de la OPEP, todos ellos dotados de industrias petroquímicas muy potentes.
Doble o nada
En Nairobi estarán todas las opciones sobre la mesa, de manera que el tratado podría resultar en un ambicioso pacto para la defensa del medio ambiente, o en un "acomodo con la industria del plástico", según dijo el mes pasado Peter Thomson, el enviado especial del secretario general de la ONU para los océanos.
Los plásticos también contribuyen al calentamiento global, y en 2019 representaron el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según datos de la OCDE. Pese a la conciencia creciente sobre el problema que representan, la cantidad de plástico nuevo sigue creciendo. Según la trayectoria actual, la producción anual podría triplicarse en cuatro décadas, y sólo menos del 10% se recicla.
Graham Forbes, de Greenpeace Estados Unidos, dijo que el tratado "será un éxito o un fracaso en función de cuánto se restrinja la producción de plástico".
Del lado del sector, la Alianza Industrial EPS, una asociación norteamericana que representa los intereses del poliestireno expandido (un material empleado en la construcción y componentes de la automoción, entre otros), dijo que los trabajos de cara al tratado no han tenido una suficiente "revisión científica independiente", y advirtió de "consecuencias no deseadas" si salen adelante algunas propuestas.
"Hay mucha retórica con los plásticos, cargada de ideología emocional" dijo la directora ejecutiva de esta alianza, Betsy Bowers, que también estará en Nairobi. La reunión en la capital de Kenia es la tercera de cinco sesiones de un proceso que pretende concluir las negociaciones el año próximo, de cara a una adopción del tratado contra los plásticos a mediados de 2025.