Acuerdo en Perú pone fin a protestas que afectaron turismo en Machu Picchu
Perú
Lima, Perú/El gobierno peruano alcanzó este miércoles un acuerdo para que pobladores levanten las protestas que por seis días afectaron el turismo en Machu Picchu, en rechazo a la privatización de la venta de entradas a la emblemática ciudadela inca.
Las partes anunciaron la reanudación de la actividad y el fin de los bloqueos en la vía férrea que conduce al complejo arqueológico, después de que el gobierno cedió y aceptó anular anticipadamente el contrato con un operador privado para que comercializara los ingresos.
"Tenemos la buena noticia que se levanta el paro", dijo la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, a la radio RRP.
Funcionarios y líderes de la protesta suscribieron el entendimiento tras una reunión en el distrito de Machu Picchu Pueblo, en el departamento de Cusco.
Un portavoz de los pobladores en huelga, el exalcalde de localidad, Darwin Baca, confirmó a la AFP el acuerdo.
"Hemos tomado la decisión de que se levanta el paro indefinido (...) Estamos de acuerdo con el acta firmada por el gobierno. Ya se están normalizando las actividades turísticas", agregó Baca.
El principal punto del documento prevé "la anulación adelantada" del contrato con la empresa peruana Joinnus para vender por internet las entradas a Machu Picchu y la red de caminos incas.
Joinnus comenzó la comercialización el 20 de enero en una operación que, en principio, debía extenderse hasta agosto.
Ante la terminación anticipada del convenio, "se garantiza la continuidad del servicio de venta digital en tanto se desarrolle el proceso de transición" hacia una nueva plataforma gubernamental, señala el pacto entre autoridades y pobladores.
"Vamos a incorporar otros accesos para el turismo en Machu Picchu", añadió la ministra de Cultura, en atención a las demandas de los pobladores.
"Modelo de corrupción"
El 25 de enero, colectivos del distrito de Machu Picchu Pueblo paralizaron el comercio e interrumpieron mediante bloqueos la llegada de los visitantes por tren, principal medio de acceso a la ciudadela patrimonio de la humanidad.
Las organizaciones sostenían que el contrato con Joinnus suponía el comienzo de la "privatización" de Machu Picchu.
A raíz de la protesta, alrededor de 1.200 turistas nacionales y extranjeros tuvieron que ser evacuados con escolta policial el fin de semana, varios de los cuales no pudieron ingresar a la ciudadela prehispánica.
Por cada día de protesta se dejaron de percibir un millón de soles (unos 263.000 dólares), según los cálculos oficiales.
En un comienzo, el Ministerio de Cultura justificó la contratación de un intermediario para la venta de entradas, asegurando que tenía problemas con su plataforma.
Sin embargo, el lunes denunció un foco de corrupción en la gestión de los boletos que cedía para su venta en ventanilla.
Se vienen "haciendo todos los esfuerzos por romper con una mafia que ha venido ilegalmente mal utilizando el tema de las entradas y no vamos a dar un paso atrás en la necesidad de cambiar este modelo de corrupción", dijo el jefe de gabinete, Alberto Otálora.
Machu Picchu recibe en promedio unos 4.500 visitantes por día. Bajo el nuevo esquema de operación, el gobierno dejaba unos 1.000 boletos diarios para su venta directa en el centro cultural del poblado.
Este miércoles, el gobierno ratificó su compromiso de reservar la misma cantidad de ingresos para su comercialización "presencial".
Hace un año, las autoridades cerraron el ingreso al complejo turístico por 25 días a raíz de protestas contra la destitución del encarcelado expresidente Pedro Castillo, tras su fallido intento de disolver el Congreso.
Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1983, Machu Picchu, ubicado a 130 kilómetros de la ciudad de Cusco y a 2.438 metros de altura, fue construido en el siglo XV por orden del emperador inca Pachacútec (1438-1470).