Muere a los 83 años "Primera Dama" del régimen de los Jemeres Rojos
La ex "primera dama" del régimen camboyano de los Jemeres Rojos, Ieng Thirith, falleció este sábado, 22 de agosto, según el tribunal de Phnom Penh, en el cual fue juzgada por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.
Ieng Thirith, hija de un juez e integrante de la alta sociedad camboyana, falleció a los 83 años. La mujer, que había estudiado literatura en la Sorbona de París, tuvo una notable influencia en la dirección del "Kampuchea democrático", que causó dos millones de muertos, institucionalizó los matrimonios forzados, separó a los familias y abolió la educación.
Fue en París, en su época de estudiante, donde la mujer conoció a su futuro marido, Ieng Sary, que frecuentaba entonces los círculos marxistas del movimiento anticolonialista.
Su juicio fue suspendido en 2012 después de que la corte la considerara no apta a ser juzgada por sufrir demencia.
Ieng Thirith "estuvo bajo control judicial hasta su muerte", añadió la corte en un comunicado.
Su marido, Ieng Sary, fallecido en 2013 a los 87 años, fue ministro de Relaciones Exteriores del régimen. La propia Ieng Thirith se desempeñó como ministra de Asuntos Sociales.
Su hermana, Kieu Ponnary, estuvo casada con Pol Pot, líder del régimen y por ello en principio le hubiera correspondido a ésta ser "Primera Dama". Pero la mujer sufrió desde muy pronto de problemas mentales por lo que le correspondió a Ieng Thirith el dudoso honor de ser considerada "primera Dama" del régimen de los Jemeres Rojos.
En el poder entre 1975 y 1979, los Jemeres Rojos, mataron en el nombre de una utopía marxista a unos dos millones de camboyanos, lo que representaba un cuarto de la población de ese país. La mayoría murió por cansancio, hambruna, enfermedad, torturas y ejecuciones.
Poder a nivel nacional
"Ieng Thirith no era una mujer pasiva que se vinculó a los Jemeres Rojos únicamente por su estatuto de esposa de Ieng Sary y de cuñada de Pol Pot", destaca Youk Chhang, director del Centro de documentación de Camboya, especializado en ese período de la historia.
"Era un miembro importante del partido que ejercía un poder a nivel nacional" añade. Hasta el final, e incluso mucho tiempo después de la caída de los Jemeres Rojos, defendió el balance del régimen, rechazando la menor responsabilidad en los hechos que se le reprochaban y rehusando cualquier tipo de colaboración con la justicia.
En 2007, tras la creación del tribunal internacional, fue detenida con su marido en su lujosa residencia de Phnom Penh. En 2009, aunque ya muy debilitada, hallaría la fuerza suficiente para librarse a una diatriba ante los jueces a los que amenazó con "los siete círculos del infierno" si es que la acusaban de ser una asesina.
Sin embargo, según documentos del tribunal, la mujer asistía a los consejos de ministros del régimen, y supervisaba el estricto control de la distribución de medicamentos.
También ordenó las purgas contra los presuntos traidores y estaba al tanto de las ejecuciones de aquellos considerados como enemigos por el régimen, según estos documentos. Ieng Thirith también habría participado en la regulación de matrimonios, muchos de ellos forzados.