Mundo Verde: Monos aulladores

Panamá/El Parque Nacional Soberanía, situado a lo largo de la ribera este del Canal de Panamá, fue el escenario de esta nueva aventura con la naturaleza del equipo de Mundo Verde.

La caminata apenas comenzaba y ya la sonoridad del bosque nos envolvía. En un instante, la melodía del canto de las aves se vio perturbada por fuertes y agudos sonidos que comenzaron a captar nuestra atención. Decidimos desplazarnos en dirección hacia ellos y cada vez se hacían más fuertes. 

Escuchábamos por momento sonidos similares a los ladridos de los perros, pero había aullidos.

Finalmente comenzamos a ver que las ramas de los árboles se movían y entre ellas unos intrépidos animalitos, estaban saltando de un lado a otro. Sí, era un grupo de al menos 20 monos aulladores, que tenían crías, infantiles y juveniles, como regularmente se clasifican dentro de su reino.

Los monos aulladores, son una parte integral de la rica estructura del ecosistema de la selva tropical.

¿Por qué es importante estudiarlos? 

Para Pedro Méndez, especialista en primates y estudioso de su comportamiento y distribución, hay que saber que no son agresivos, al contrario, son una especie catalogada como vulnerable.

¿Por qué se les denomina aulladores?

Estos primates tienen un hueso hioides dentro de la garganta que se agranda y les permite emitir los fuertes sonidos que viajan hasta 3 millas de distancia. Lo hacen para asegurar que otros monos no invadan su territorio. 

Los machos aúllan cada mañana antes de salir a buscar alimento y por las noches antes de dormir.

Estos primates han desarrollado una capacidad para procesar los alimentos impresionante.

Al grupo de investigadores se une Vanessa, una estudiante de tesis de biología de la Universidad de Panamá, que analiza algo muy interesante, su alimentación. 

Comen 3 veces al día y entre cada comida toman un descanso, un hábito alimenticio muy parecido al de sus parientes cercanos, los humanos.

Y no sólo es la pérdida del bosque por la acción invasora del hombre. Los monos se enfrentan a grandes amenazas que están siendo estudiadas por investigadores panameños, entre ellas, la mosca cuterebra baeri, que deposita sus huevos en sus huéspedes y las larvas se desarrollan en su interior.

Para los científicos no existe otro nombre que los centinelas del bosque, por su labor en el equilibrio de los ecosistemas.   

Su desaparición podría traducirse en la proliferación de enfermedades y la propagación de insectos y otros animales, sobretodo en el entorno urbano.

Si queremos seguir observándolos trepar de rama en rama, columpiarse y colgarse de su cola, debemos garantizar bosques más limpios y protegidos, libres de basura y contaminación, y lo más importante denunciar el comercio ilegal de estas especies, que alimenta el mercado de mascotas.