Perfil psicológico de un maltratador de animales

El 30% de los actos de violencia contra los animales es realizado por menores, muchas veces en grupo. El 94% son hombres y el 4% menores de 12 años.

Las personas con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensas a cometer violencia intrafamiliar.

• Los asesinos, a menudo, han sido niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro.

Ovidio ya nos advirtió hace dos mil años de que ”la crueldad hacia los animales enseña la crueldad hacia los humanos”.

Sin embargo, desde esos tiempos, poco ha cambiado. Las noticias de los medios titulan cada vez más de animales quemados, cegados, ahorcados, enterrados vivos, mutilados o incluso, pintados por diversión o como reacción al aburrimiento.

Estas torturas esconden algo más profundo: el deseo, a veces la necesidad, de sujetos psicológica y socialmente débiles de mostrarse grandes, fuertes y valientes.

Según el dario La Vanguardia, se trata a menudo de personas que comprenden sus límites sociales, intelectuales o culturales. Quiénes buscan aquellos mas débiles para sentirse por momentos mas potentes paa no sentirse los últimos de la cadena.

Todo se origina en los primeros años de vida. Cerca del 30% de los actos de violencia contra los animales es realizado por menores, muchas veces en grupo. El 94% son hombres y el 4% menores de 12 años.

Las personas con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer violencia intrafamiliar.

Un 20% de los casos se lleva a cabo en un entorno familiar. La familia es el lugar principal donde el ser humano crece y aprende los comportamientos, las emociones, los sentimientos y los rasgos que caracterizarán su personalidad. Si dentro del hogar abusar de otros es visto como algo normal, con toda probabilidad esta actitud será emulada por el niño.

Según la psicóloga Mireia Leal Molina: “Las razones por las que un niño llega a maltratar a un animal pueden ser varias: la falta de empatía, por haber sido víctima de abusos, maltratos o abandono; la falta de una educación adecuada, dirigida a reconocer el animal como un ser vivo, aunque diferente; o, finalmente, la emulación de los gestos violentos cometidos por los padres hacia él o hacia el anima.

Hay estudios que señalan a personas capaces de cometer actos de crueldad hacia los animales, y que son capaces también de dirigir la violencia contra los seres humanos, en particular hacia los más vulnerables, incapaces de defenderse y más sumisos. Niños, adultos mayores, personas con algún grado de discapacidad entre varios.

En un grupo formado por 96 adultos acusados de haber cometido delitos, resultó que la mitad había experimentado actos de grave violencia hacia animales. No en vano, el exagente del FBI. Robert K. Ressler dijo que “los asesinos a menudo son niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro”. Los asesinos, a menudo, han sido niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro”-

El corregir a un menor a tiempo cuando maltrata a un animal es evitar problemas sociales en el futuro de su vida. Poner las denuncias es una prevenir que esas personas, algunas adultas, evolucionen de maltrato animal y abuso a los que no tienen voz y son débiles.

Panamá tiene una ley vigente que protege a los animales. Las autoridades deberán determinar los efectos que tengan para futuras generaciones tener acciones violentas y deshumanizadas como es la lidia de toros en nuestro país.