Isla Boná, un santuario para las aves marinas está en peligro
A Isla Boná, en el Golfo de Panamá, llegan a anidar y reproducirse miles de aves marinas cada año. Es un ecosistema único y por su singularidad, científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales han realizado estudios allí sobre la ecología y conservación de la isla para las aves. Pero, un proyecto lo pone en peligro.
El biólogo marino Héctor M. Guzmán del Instituto Smithsonian ha estudiado las aves marinas para saber dónde pescan y si compiten con las operaciones de pesca comercial por alimentos.
Hace menos de un año, Guzmán y la institución propusieron la creación de un Refugio de Vida Silvestre en la isla. Ubicada cerca del Canal de Panamá y a 10 millas náuticas de la turística isla de Taboga, este punto tiene potencial para convertirse en una atracción para los observadores de aves y el ecoturismo.
Sin embargo, esta isla actualmente enfrenta presiones de desarrollo, por un proyecto de construcción de una Terminal Petrolera de Alto Calado, a cargo de la empresa Bona Pacific Corp.
El pasado 12 de enero, según la página web de grupo promotor y medios locales, se realizó la presentación de los avances del proyecto a la comunidad de Otoque, la isla más cercana.
Próximamente, en una fecha aún sin definir, el Ministerio de Ambiente de Panamá y otras autoridades locales realizarán una consulta ciudadana para presentar el estudio de impacto ambiental del proyecto.
El Instituto Smithsonian reiteró, en un comunicado, el daño irreparable en este punto.
“Esta situación es de particular importancia ya que se vislumbra en plena temporada de anidación de aves. La construcción o tala de árboles en la Isla Boná en este momento, en medio de la temporada de reproducción, puede ser irreparable para el ecosistema”, destacó la institución en una nota.
En la proximidad de Isla Boná hay otras dos islas que tienen concesiones para el desarrollo de hidrocarburos. Estos ingresos podrían ayudar al desarrollo social y económico de las dos comunidades de Otoque mientras se mantiene la integridad de Isla Boná.
“El entendimiento de hábitos de anidación y uso del hábitat son necesarios para la reproducción de especies de aves, es parte del conocimiento que el mundo científico puede aportar para evaluar el delicado balance entre el desarrollo y el ecosistema”, reiteró el Instituto Smithsonian.
En enero pasado, el alcalde de Taboga, Ramón Ramos, y el representante de la empresa firmaron un contrato de arrendamiento para la construcción de este proyecto. Unas 34.7 hectáreas de las 74 de esta isla sería destinadas para la edificación de esta terminal.
El acuerdo entre la Alcaldía de Taboga y la compañía sería por 20 años, con opción de prorrogarse por el mismo periodo.