Un francés comienza a nadar entre Japón y EEUU para alertar sobre la contaminación de los océanos
Benoît Lecomte busca crear conciencia sobre la contaminación de los océanos.
Bajo un cielo radiante, el francés Benoît Lecomte se zambulló este martes en las aguas del Pacífico desde una pequeña playa del este de Japón con destino a San Francisco, a unos 9.000 kilómetros de allí, donde espera llegar en seis u ocho meses.
Veinte años después de superar tormentas, tiburones y picaduras de medusas al cruzar nadando el Atlántico, Lecomte, que cumplió 51 años el domingo, emprende su primera travesía a nado del Pacífico para alertar sobre la contaminación de los océanos y llevar a cabo, con la ayuda de ocho personas, una serie de investigaciones sobre las aguas oceánicas y el cuerpo humano.
Poco antes de iniciar su travesía, Benoit Lecomte, declaró a los periodistas de la AFP, con tono confiado: "Estoy muy impaciente, quiero lanzarme".
Enfundado en su traje de neopreno y con aletas en los pies, el francés inició su desafío poco después de las 09H00 (00H00 GMT). Su hija de 17 años y su hijo de 11 nadaron un centenar de metros junto a él antes de regresar a la costa, comprobó la AFP.
Unas 70 personas asistieron a la escena. Familiares y amigos se abrazaban, emocionados, y habitantes de la localidad de Choshi, a unas dos horas de carretera de Tokio, acudieron a la playa para despedir a Lecomte.
El velero en el que dormirá cada noche tras unas ocho horas de natación cotidiana y donde tomará su desayuno y su cena, se alejó de la costa precediéndolo junto con una lancha neumática eléctrica que también acompañará al nadador.
Al nadar durante ocho horas, Lecomte quemará 8.000 kilocalorías diarias. El velero, con casco de acero y 20 metros de eslora, salió cargado con 2,8 toneladas de comida.
"Ben" Lecomte, un arquitecto francés que lleva más de 25 años instalado en Estados Unidos, se preparó física y mentalmente para su reto durante siete años, en los que dejó de lado su actividad profesional.
Fuerza mental
"La capacidad mental es mucho más importante que el aspecto físico", aseguró a la AFP poco antes de comenzar su aventura. "Hay que procurar pensar siempre en algo positivo. Los problemas empiezan cuando uno ya no encuentra con qué ocupar su mente".
Benoît Lecomte atravesará la parte norte del "continente de plástico", una acumulación de partículas de plástico, disgregada por el sol y el agua de mar que, según un estudio reciente, ocupan una superficie equivalente a tres veces la superficie de Francia, y acaban entrando en la cadena alimentaria.
Su equipo obtendrá muestras con el objetivo de constituir la mayor base de datos sobre esas partículas. Fijará asimismo pequeñas balizas en los pedazos mayores, para poder determinar así su trayectoria. Gran número de animales marinos mueren al ingerir estas bolsas y objetos de plástico.
"Es un problema enorme, y también un problema que tenemos que resolver porque nosotros mismos lo hemos creado", opina Ben Lecomte, que tiene una visión positiva al respecto.
"Si dejamos de utilizar plásticos de uso único, ello supondría ya una enorme diferencia", explica.