Los diputados que solo buscaban una foto con el Papa, pero no cambiaron su forma de actuar

La visita del papa Francisco a Panamá estuvo cargada de mensajes a la juventud y a los líderes políticos del mundo para que tomen acciones positivas que permitan una convivencia más humana entre todos los vivimos en la “casa común”.

El pasado 24 de enero, un grupo de diputados esperaba al Papa en la Cancillería de la República. Habían sido invitados a escuchar el mensaje de bienvenida que daría el pontífice argentino.

Luego de una corta reunión con el presidente Juan Carlos Varela partió al encuentro con los “padres de la patria” y otras personalidades que se encontraban en el histórico edificio.

Varela es el primero en dar unas palabras de agradecimiento y después Francisco leería un discurso de apenas dos páginas a los presentes. Un mensaje corto, pero contundente y que a los diputados panameños les caería como anillo al dedo.

Francisco en su mensaje, pidió por una política más humana, por erradicar la corrupción en todas sus formas y por hacer una vida de servicio público basada en la transparencia.

Lean aquí lo que le dijo Francisco a las autoridades panameñas y al cuerpo diplomático acreditado en Panamá.

Al parecer el mensaje, cayó en oídos sordos y en medio de la salida de Francisco del recinto, el sentimiento que invadió a los diputados fue el de la “taquilla”. Todos se mataban por tener una foto con el también llamado Obispo de Roma.

¿Será que esa foto que tomaron los diputados con sus teléfonos móviles, la guardaran y servirá para recordar todos los días el mensaje del Papa en Panamá? Estoy pensando en un imposible, porque posiblemente estos políticos que tanto daño le hacen a Panamá, solo estuvieron ahí por esa fotito del momento y no por la reflexión.

Los diputados seguirán haciendo todo lo contrario de lo que pidió el Papa. Continuarán con las planillas, el clientelismo, no les importará la educación, la salud, la cultura y el deporte. (Bueno… si les importa si hay millones de por medio para rebuscarse).

Y por último: la politiquería y los negocios seguirán estando por encima de la vida. Tristemente este afán de los diputados y demás políticos por tomarse una foto con Jorge Mario Bergoglio, lo puedo bautizar como un “tributo de los estultos a la hipocresía”.