La alerta se encendió y los conductores quedamos advertidos y vulnerables. Dejamos los automóviles en áreas que pensamos son seguras y cuando regresamos a buscarlos están vandalizados y con nuestras cosas robadas. Se han dado caso de ataques para extraer la computadora del vehículo o el sistema de radio o video. Lo peor es que nadie responde, nadie se hace responsable.
Pocas veces un ministro ha ocupado un rol de protagonista negativo en la opinión pública por tanto tiempo. Literalmente al ministro Rafael Sabonge no paran de lloverle las críticas.
“Camión derriba postes de luz y afecta más de 100 residencias en Veraguas”, “Tumbaron un poste de luz”, “Conductor choca postes de luz en La Chorrera”, “Mujer muere tras chocar poste de luz en Colón”.
“Antes me cobraban dos dólares por llevarme a la Universidad y desde el lunes subió a siete dólares. No puedo pagar eso” , se lamentaba una estudiante y usuaria de una plataforma de transporte digital. “Cada mes debo destinar $120 dólares más para pagar la gasolina. He dejado de comer algunas cosas y de gastar en otras cosas. La situación está difícil en casa” , decía otro consumidor.
No sé si es el mejor momento para hacerlo, pero la Alcaldía de Panamá notificó tan solo hace unos pocos días a todos los conductores (comerciales o particulares) que llevan publicidad en sus autos que deben registrar sus anuncios y hacerle frente a ese pago de impuestos.
En algunas playas los cabellos al viento, las risas y la diversión acompañan la alta velocidad que toman los llamados “four wheel”. Con un ruidoso motor, su estructura de todoterreno y unas llantas capaces de superar todo tipo de superficies parecen autos invencibles.
Cuando parece que es casi imposible ahorrar o reducir los gastos personales, la situación para los conductores con el precio de los combustibles lo convierte en una práctica indispensable.