París 2024 | Muna Dahouk, rival de Kristine Jiménez ¿Quién es?

La judoca panameña Kristine Jiménez está lista para representar a Panamá en los Juegos Olímpicos de París 2024. En su camino hacia la gloria olímpica, se enfrentará a una rival formidable en la categoría de -57 kg: Muna Dahouk, quien compite bajo la bandera del Equipo Olímpico de Refugiados. Este emocionante combate está programado para el próximo 29 de julio.

Muna Dahouk nació en Siria y huyó de su país en 2019 para reunirse con su madre en los Países Bajos. La pasión de Dahouk por el judo comenzó a los seis años en Damasco, donde practicaba junto a su hermana bajo la guía de su padre, un profesor de judo. Dahouk se graduó en un instituto comercial y bancario en Siria y, tras llegar a los Países Bajos, continuó su educación en el campo de la educación física.

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La carrera de Dahouk en el judo ha estado marcada por su perseverancia y dedicación. Fue incluida en el Equipo de Refugiados de la Federación Internacional de Judo (FIJ) en el Grand Prix de Budapest en 2019. También participó en el Grand Slam de París y en el Grand Slam de Düsseldorf en 2020. Además, compitió como parte del Equipo Olímpico de Refugiados del Comité Olímpico Internacional (COI) en Tokio 2020, donde participó en las pruebas de equipo mixto y en la categoría de -63 kg.

El combate entre Jiménez y Dahouk promete ser un encuentro intenso y emocionante. Jiménez, con su habilidad y determinación, buscará superar a Dahouk y avanzar en su camino hacia una medalla olímpica. Mientras tanto, Dahouk, con su historia de resiliencia y fuerza, representará no solo a los refugiados de todo el mundo, sino también a la perseverancia y el espíritu indomable del deporte.

Ambas atletas han demostrado su compromiso y pasión por el judo, y su enfrentamiento será un momento destacado en los Juegos Olímpicos de París 2024. La comunidad deportiva internacional estará atenta a este combate, esperando ver quién se alzará con la victoria en esta importante contienda.

El judo es uno de los deportes más destacados en los Juegos Olímpicos, con una rica historia que se remonta a su inclusión en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Este arte marcial japonés, creado por Jigoro Kano en 1882, combina técnicas de agarre y lanzamiento, así como habilidades de estrangulación y luxación, para someter al oponente.

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En los Juegos Olímpicos, el judo se disputa en diferentes categorías de peso, tanto para hombres como para mujeres. Los judocas compiten en una serie de combates eliminatorios, donde la habilidad técnica, la táctica y la condición física juegan un papel crucial. Un combate de judo se gana mediante un ippon, que se otorga por un lanzamiento perfecto, una inmovilización durante 20 segundos, o por una técnica de estrangulación o luxación exitosa. Si no se consigue un ippon, los puntos se acumulan mediante waza-ari y yuko, con el objetivo de tener la mayor puntuación al final del tiempo reglamentario.

El judo no solo destaca por su intensidad y técnica, sino también por los valores que promueve, como el respeto, la cortesía y la disciplina. Estos principios, conocidos como el "Dojo Kun", son fundamentales para la formación de los judocas y se reflejan en la conducta dentro y fuera del tatami.

A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, el judo ha producido numerosos héroes y leyendas. Países como Japón, Francia y Corea del Sur han dominado el medallero, con judocas icónicos como Tadahiro Nomura, el único en ganar tres oros olímpicos consecutivos, y Ryoko Tani, una de las judocas más exitosas con dos oros y dos platas olímpicas.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 prometen ser un escenario emocionante para el judo. Con competidores de todo el mundo, se espera ver combates electrizantes y momentos de gran destreza y valentía. Judocas como Kristine Jiménez de Panamá y Muna Dahouk del Equipo Olímpico de Refugiados representan no solo a sus países y comunidades, sino también el espíritu indomable del judo.

El judo en los Juegos Olímpicos es más que una competición; es una celebración de la técnica, la estrategia y los valores que hacen de este deporte un arte marcial único. Cada edición olímpica nos recuerda la belleza y la intensidad del judo, y París 2024 no será la excepción.

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