París 2024 | ¿Sabes qué significa la mascota de los Juegos? Aquí te lo contamos

Juegos Olímpicos

La Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos París 2024 podrás verlo por TVMAX este viernes desde las 12:00 pm.

La mascota de París 2024 La Phryge
La mascota de París 2024 La Phryge / AFP

En los Juegos Olímpicos, las mascotas desempeñan un papel fundamental, sirviendo no solo como símbolos de la identidad y cultura del país anfitrión, sino también como emblemas de los valores y espíritu de los Juegos.

Estas figuras coloridas y amigables ayudan a crear una conexión emocional entre los espectadores y el evento, promoviendo el entusiasmo y la participación del público.

La presencia de una mascota icónica puede convertirse en un símbolo perdurable de los Juegos Olímpicos, evocando recuerdos y emociones que perduran mucho después de que los eventos hayan concluido.

Para los Juegos Olímpicos de París 2024, la mascota elegida es la Phryge Olímpica. Su diseño se inspira en los tradicionales y pequeños gorros frigios, conocidos como símbolos de libertad y figuras alegóricas de la República de Francia. La Phryge Olímpica tiene una misión clara: demostrar que el deporte puede cambiar vidas. Estas mascotas jugarán un rol importante liderando la revolución a través del deporte.

La Phryge Olímpica está engalanada con los colores azul, blanco y rojo, que representan la famosa bandera tricolor francesa. En su pecho luce el logo dorado de París 2024, resaltando su conexión con los Juegos Olímpicos. El lema de la Phryge Olímpica y su contraparte, la Phryge Paralímpica, es “Solos vamos más rápidos, pero juntos llegamos más lejos”, encapsulando el espíritu de colaboración y esfuerzo conjunto. Este lema resalta cómo, al trabajar juntos, las mascotas y las personas de todo el mundo pueden mejorar y alcanzar metas más altas.

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La elección de la Phryge Olímpica como mascota no es solo un homenaje a los símbolos históricos de Francia, sino también una declaración de los valores que los Juegos Olímpicos de París 2024 desean promover: la libertad, la igualdad y la fraternidad, unidos por el deporte. A medida que los Juegos se aproximan, la Phryge Olímpica será una figura central en la promoción del evento, inspirando a jóvenes y adultos por igual a participar y celebrar el espíritu olímpico.

En conclusión, la Phryge Olímpica es mucho más que una simple mascota. Es un símbolo poderoso de los ideales que los Juegos Olímpicos buscan encarnar y transmitir. Con su vibrante apariencia y su mensaje inspirador, la Phryge Olímpica seguramente capturará los corazones de todos aquellos que participen o sigan los Juegos de París 2024, dejando una marca duradera en la historia de los Juegos Olímpicos.

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Las mascotas de los Juegos Olímpicos han sido una parte integral del evento desde su introducción en Múnich 1972. Estas mascotas no solo representan el espíritu y los valores de los Juegos, sino que también reflejan la cultura y la identidad del país anfitrión. A lo largo de los años, hemos visto una variedad de personajes coloridos y simbólicos que han dejado una marca indeleble en la memoria de los aficionados.

En los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, la primera mascota oficial fue Waldi, un perro salchicha que simbolizaba la resistencia, tenacidad y agilidad, cualidades esenciales para los atletas olímpicos. Waldi marcó el comienzo de una tradición que ha continuado en cada edición de los Juegos.

En los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, la mascota fue Amik, un castor, un animal símbolo de la laboriosidad y la industria, cualidades que resonaban con el espíritu de los Juegos y el país anfitrión, Canadá.

Los **Juegos Olímpicos de Moscú

Las mascotas de los Juegos Olímpicos han sido una parte integral del evento desde su introducción en Múnich 1972. Estas mascotas no solo representan el espíritu y los valores de los Juegos, sino que también reflejan la cultura y la identidad del país anfitrión. A lo largo de los años, hemos visto una variedad de personajes coloridos y simbólicos que han dejado una marca indeleble en la memoria de los aficionados.

En los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, la primera mascota oficial fue Waldi, un perro salchicha que simbolizaba la resistencia, tenacidad y agilidad, cualidades esenciales para los atletas olímpicos. Waldi marcó el comienzo de una tradición que ha continuado en cada edición de los Juegos.

En los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, la mascota fue Amik, un castor, un animal símbolo de la laboriosidad y la industria, cualidades que resonaban con el espíritu de los Juegos y el país anfitrión, Canadá.

Los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 presentaron a Misha, un oso que se convirtió en uno de los símbolos más icónicos de las mascotas olímpicas. Misha representaba la fuerza y la amabilidad y se ganó el corazón de millones de espectadores en todo el mundo.

Para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, la mascota fue Sam, un águila calva vestida como el Tío Sam, reflejando el patriotismo y los símbolos nacionales de Estados Unidos. Sam fue una mascota muy popular y comercialmente exitosa.

En los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, la mascota fue Hodori, un tigre que simbolizaba la hospitalidad y la amabilidad del pueblo coreano. Hodori se convirtió en un símbolo querido de esos Juegos.

Para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, la mascota fue Cobi, un perro de estilo cubista diseñado por el artista español Javier Mariscal. Cobi fue una mascota innovadora y muy diferente a las anteriores, reflejando el arte y la cultura moderna de España.

En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, la mascota fue Izzy, una figura abstracta y futurista que inicialmente recibió críticas pero que con el tiempo se convirtió en un símbolo distintivo de esos Juegos.

Los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 presentaron a tres mascotas: Syd, el ornitorrinco; Millie, el equidna; y Olly, el kookaburra. Estas tres mascotas representaban la fauna única de Australia y los valores olímpicos.

En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, las mascotas fueron Athená y Phevos, inspiradas en figuras de la mitología griega, simbolizando el regreso de los Juegos Olímpicos a su lugar de origen.

Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 tuvieron cinco mascotas conocidas como los Fuwa, cada una representando un color de los anillos olímpicos y diversos símbolos culturales y naturales de China.

Para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, las mascotas fueron Wenlock y Mandeville, figuras futuristas que representaban la innovación y el espíritu inclusivo de los Juegos.

En los Juegos Olímpicos de Río 2016, la mascota fue Vinicius, una mezcla de diversos animales de Brasil, simbolizando la diversidad y riqueza natural del país.

Finalmente, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la mascota fue Miraitowa, un personaje futurista inspirado en la tradición y la tecnología japonesa, simbolizando un futuro prometedor.

Cada una de estas mascotas ha dejado una huella única en la historia de los Juegos Olímpicos, capturando la imaginación del público y reflejando los valores y la cultura del país anfitrión.

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