Erislandy Álvarez asegura la primera medalla olímpica para Cuba en boxeo masculino

Paris, Francia/El boxeador cubano Erislandy Álvarez ganó este jueves a los puntos en su combate de cuartos de final contra el tailandés Bunjong Sinsiri y avanzó a semifinales de los Juegos Olímpicos de París-2024, asegurando como mínimo el bronce.

El boxeo olímpico reparte dos bronces, por lo que Cuba tiene garantizado abrir su medallero, aunque tendrá que esperar hasta el domingo, día de las semifinales, o incluso el miércoles siguiente (cuando está programada la final), para descubrir el color de esta presea en la categoría peso ligero (-63,5 kg).

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La historia del boxeo cubano en los Juegos Olímpicos es rica y está llena de éxitos. Desde su primera participación en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, Cuba ha sido una potencia en el mundo del boxeo amateur. Los boxeadores cubanos han dejado una huella imborrable en la historia del deporte, acumulando numerosas medallas y consagrando a leyendas del boxeo.

Uno de los primeros grandes éxitos del boxeo cubano en los Juegos Olímpicos llegó en México 1968, cuando Rolando Garbey ganó la medalla de plata en la categoría de peso mediano. Este logro marcó el inicio de una era dorada para Cuba en el boxeo olímpico. En los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, Teófilo Stevenson, uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos, ganó la primera de sus tres medallas de oro consecutivas en la categoría de peso pesado. Stevenson se convirtió en una leyenda, conocido por su poderoso golpe y su habilidad en el ring.

En los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, Cuba dominó el boxeo, ganando cinco medallas de oro. Además de la segunda medalla de oro de Stevenson, Jorge Hernández y Ángel Herrera también se destacaron, ganando en las categorías de peso mosca y peso ligero, respectivamente. Cuba continuó su dominio en Moscú 1980, con Teófilo Stevenson ganando su tercera medalla de oro y Adolfo Horta y José Gómez sumando más victorias para el país.

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El boicot de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 impidió que Cuba participara, pero el país regresó con fuerza en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. En Barcelona, Félix Savón ganó la primera de sus tres medallas de oro en la categoría de peso pesado, siguiendo los pasos de Stevenson. Savón también ganó oro en Atlanta 1996 y Sídney 2000, consolidando su lugar en la historia del boxeo.

El éxito continuó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde Mario Kindelán ganó su segunda medalla de oro consecutiva en peso ligero. En Pekín 2008, Cuba agregó más medallas a su cuenta, aunque sin alcanzar el mismo nivel de éxito que en años anteriores. No obstante, boxeadores como Roniel Iglesias y Lázaro Álvarez mantuvieron la reputación de Cuba como una potencia en el boxeo olímpico.

En Londres 2012 y Río 2016, Cuba continuó demostrando su destreza en el boxeo, con Robeisy Ramírez ganando medallas de oro en ambas ediciones, primero en la categoría de peso mosca y luego en peso gallo. En Tokio 2020, Cuba nuevamente brilló con medallas de oro, incluyendo las victorias de Arlen López y Julio César La Cruz.

Ahora, en los Juegos Olímpicos de París-2024, Erislandy Álvarez tiene la oportunidad de agregar su nombre a la ilustre lista de campeones olímpicos cubanos. Su avance a las semifinales asegura al menos una medalla de bronce, pero tanto él como toda Cuba esperan que pueda alcanzar el oro, continuando así la gloriosa tradición del boxeo cubano en los Juegos Olímpicos.

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