Mollie O'Callaghan de Australia sobresalió en la final de los 100 metros libres
Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos de París 2024 por TVMAX.
París, Francia/Batiendo el récord olímpico, la nadadora australiana Mollie O'Callaghan ganó este lunes la final de los 200 metros libre de los Juegos Olímpicos de París, destronando a su compatriota Ariarne Titmus, que fue plata.
O'Callaghan, campeona mundial en 2023, se impuso con un tiempo de 1:53.27 segundos, que dejó anticuada la marca de 1:53.50 que había fijado Titmus en Tokio-2020.
La nadadora conocida como 'Terminator' (1:53.81) añadió una plata a su palmarés olímpico, que incluye también tres oros, y la hongkonesa Siobhán Haughey (1:54.55) se hizo con el bronce.
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Titmus, vencedora el sábado en los 400 m libres, no pudo revalidar el doblete de oros en estas dos pruebas que había logrado en Tokio-2020. Había sido la gran protagonista de la primera noche en el pabellón de La Défense, cuando ganó la final de los 400 m libres, la llamada 'Carrera del Siglo', ante Katie Ledecky y Summer McIntosh.
La derrota este lunes frente a O'Callaghan no borró la sonrisa de Titmus, que nada más salir del agua fue a abrazar a su compatriota y juntas alzaron el brazo frente a sus aficionados en las gradas.
"Es un honor tan grande competir contra Arnie", declaró O'Callaghan. "Es una bala, nada como una bestia. Y es un honor entrenar con ella y tener un equipo tan grande a nuestro alrededor".
Titmus y O'Callaghan, de 23 y 20 años, brillan con luz propia en el potente equipo oceánico que amenaza con derribar la hegemonía estadounidense en la piscina olímpica.
Al término de tres de las nueve sesiones, Australia lidera el medallero de la natación con tres oros y tres platas mientras el 'Team USA' es segundo con dos medallas doradas, cuatro de plata y cinco de bronce.
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El triunfo de Mollie O'Callaghan en los Juegos Olímpicos de París no solo marca un hito personal en su carrera, sino que también representa un cambio de guardia en la natación australiana. Con solo 20 años, O'Callaghan ha demostrado ser una fuerza imparable, superando a una de las nadadoras más dominantes de la última década. Su tiempo de 1:53.27 no solo rompió el récord olímpico, sino que también consolidó su estatus como una de las mejores nadadoras del mundo.
Por otro lado, la actuación de Ariarne Titmus en estos Juegos Olímpicos sigue siendo impresionante. Aunque no pudo repetir su doblete de oro de Tokio-2020, su capacidad para competir al más alto nivel y añadir una plata a su ya impresionante colección de medallas es digna de admiración. La camaradería y el respeto mutuo entre Titmus y O'Callaghan subrayan la fuerte ética de equipo que ha llevado a Australia a dominar en la piscina.
El desempeño de Siobhán Haughey también merece reconocimiento. Al ganar el bronce, la nadadora hongkonesa continúa demostrando su habilidad y determinación en el escenario mundial, contribuyendo al emocionante y competitivo ambiente de la natación en estos Juegos Olímpicos.
Este éxito de Australia en la natación olímpica destaca no solo la habilidad y el entrenamiento de sus atletas, sino también la profundidad y el talento del equipo en su conjunto. Con varios días de competición aún por delante, será interesante ver si Australia puede mantener su ventaja en el medallero y seguir desafiando a los poderosos equipos de Estados Unidos y otros países.