La vida del santo mártir más joven de México: San José Sánchez del Río
Su festividad es celebrada el 10 de febrero.
Es uno de los 8 Santos Patronos de la JMJ Panamá 2019.
José Sánchez del Río o comúnmente conocido con 'Joselito' nace el 28 de marzo de 1913 en Michoacán. A los 13 años se une a las vanguardias de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana.
Sus hermanos se integran a las fuerzas cristeras pero su madre no se lo permite cuando estalla la Guerra Cristera entre el gobierno y los presbíteros, laicos y religiosas. Es tanta la insistencia que su madre aprueba que se una, luego de escucharle decir "Nunca ha sido tan fácil ganarse el cielo como hasta ahora". Se convierte en asistente y portaestandarte de la Virgen de Guadalupe.
El 6 de febrero de 1926, en medio de un fuerte enfrentamiento es herido de bala el caballo del general Guízar Morfin, a lo que Joselito reacciona y le dice 'use mi caballo mi general, usted es más importante y hace más falta a la causa que yo'.
Es tomado prisionero y llevado ante el general del gobierno quien lo reprende por luchar en contra de ellos; su decisión llama la atención del general quien le dice que se una a ellos, a lo que el pequeño le contesta '¡Jamás, jamás! ¡Primero muerto! ¡Yo no quiero unirme con los enemigos de Cristo Rey! ¡Yo soy su enemigo! ¡Fusíleme!'. Es tanto el enojo del general por la respuesta de José, que lo manda a encerrar en un calabozo oscuro, que anteriormente era la iglesia Santiago Apóstol en la cual recibió el bautizo.
Cotija, 6 de febrero de 1928. Mi querida mamá: Fui hecho prisionero en combate en este día. Creo que voy a morir, pero no importa, mamá. Resígnate a la voluntad de Dios. No te preocupes por mi muerte... haz la voluntad de Dios, ten valor y mándame la bendición juntamente con la de mi padre...
Son las palabras de Joselito a su madre en una carta que logra redactarle mientras se encontraba encerrado.
El 10 de febrero, al caer el sol es sacado del calabozo y llevado al mesón general del ejército; en dicho lugar los soldados a punta de cuchillos lo torturan al arrancarle la piel de los pies y hacerle caminar hasta el cementerio mientras lo golpean.
Al llegar al cementerio, le preguntan que mensaje le envía a sus padres, a lo que el niño entre lágrimas contesta: 'Que viva Cristo Rey y que en el cielo nos veremos'. Minutos posteriores, cerca a las 11:30 pm, los verdugos lo empiezan a apuñalear al pie de su tumba, y con cada puñalada Joselito grita "¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!". El general decide entonces dispararle dos veces en la cabeza, a lo que el pequeño cae en su tumba. Es sepultado sin ataúd, y años después sus restos son inhumados en las catacumbas del Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús. Actualmente reposan en el templo parroquial de Santiago Apóstol, en Sahuayo, Michoacán.
Es beatificado el 20 de noviembre de 2005 por Benedicto XVI junto con otros 11 mártires mexicanos, y el 16 de octubre de 2016 es canonizado por el Papa Francisco.