Portobelo, la mística ciudad amurallada que recibirá a los peregrinos de la JMJ

Portobelo, una ciudad de retazos amurallada, pequeña y cálida. En cada rincón de este pintoresco pueblo se siente la devoción por unas de las imágenes más icónicas y veneradas del país: el Cristo Negro.

“El pueblo se imaginaba a un Cristo de su color, que lo acercara más a su fe. Los esclavos eran precisamente quiénes iban a demostrar su fe a través de la piedad del Cristo Negro”, declaró Luiz Martínez, párroco de Portobelo.

Las historias que rodean esta centenaria imagen son tan plurales como la cultura que habita en esta región del país. Joan Berrio, una peregrina local, se siente orgullosa y ansiosa de compartir con los más de 700 caminantes que visitaran este santuario durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

“Aquí hay de todo tipo de personas debido al intercambio cultural que se ha dado a lo largo de la historia. Quizás Colón tiene la mayor cantidad de afrodescendientes en Panamá. Tiene muchos aportes folklóricos que podemos intercambiar con los peregrinos”, destacó Berrio.

Portobelo tiene mucho que mostrar. En épocas de la colonia este sitio fue una preciada joya para la corona española.

“Se extraía el oro del Perú. Se hacía el tránsito en las Ferias de Portobelo. Era una fortaleza”, añadió Berrio.

Desde lo más alto del campanario se divisa todo el pueblo y la entrada a la bahía, descubierta por Cristóbal Colón en 1502. Fue un sitio estratégico militar.

Portobelo es el corazón de la diócesis Colón - Kuna Yala y un antiguo puerto de piratas en el Caribe. En sus calles todavía se cuentan historias de comercio, esclavos y religión.

“En el pueblo habían varios monasterios”, destacó Martínez.

Para esta región del país, la organización de la JMJ ya ha confirmado la asistencia de peregrinos alemanes, argentinos, brasileños, ecuatorianos y de Luxemburgo.

“Primero dispongamos de corazón para recibir a los peregrinos, que tengamos nuestra mejor cara, nuestra mejor sonrisa”, enfatizó Berrío, coordinadora de la diócesis.

Aunque no se ha confirmado nada, fuentes vaticanas han hablado del especial interés del Papa Francisco por esta región.