Jóvenes de todo el mundo participan de vigilia con el papa Francisco

Es una de las actividades más importantes que se realiza dentro de una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y que este sábado 26 de enero se hizo realidad en el campo San Juan Pablo II. Se trata de la vigilia con los jóvenes.

El tema de este encuentro que se extenderá durante toda la noche en los terrenos de Metro Park a las afueras de la ciudad de Panamá, tiene como nombre: “Contemplar la vida desde el ‘Sí’ de María”.

El papa Francisco, quien preside está actividad, llegó a 5:50 pm, tomó el papamóvil y saludó a miles de peregrinos que lo esperaban de todas partes de la tierra.

Los actos centrales de la vigilia, dieron inicio cuando el pontífice subió a la tarima principal y en medio de un atardecer de verano panameño, el coro oficial de la JMJ, cantaba el himno que resonaba en el amplio campo.

Dos testimonios de vida se escucharon. Una familia compuesta por Erika, Rogelio y su pequeña hija Inés reflexionaron sobre la defensa de la vida; mientras que el joven Alfredo, un exintegrante de una pandilla, dio a conocer como su fe en Dios y la misericordia lo hicieron cambiar de vida.

El cantante argentino Axel cantó su canción “Celebra la vida”, mientras que los protagonistas de los testimonios recibían la bendición y regalos por parte de Francisco.

Un testimonio de Nirmeen, una joven palestina, se escuchó en el campo. Dio a conocer una mirada de los cristianos perseguidos por defender las palabras del evangelio y el mensaje de Jesús.

Francisco decía “buenas tardes” y una explosión de aplausos invadió el lugar. Su mensaje estaba enfocado en la vocación de María por el servicio, en la defensa de la vida y la misericordia.

Un discurso con conceptos del mundo de las redes sociales fue pronunciado por el santo padre. “Sin lugar a dudas la joven de Nazaret no salía en las ‘redes sociales’ de la época, no era una ‘influencer’, pero sin quererlo, ni buscarlo se volvió en la mujer que más influenció en la historia”.

El derecho a la vida, condenando el aborto, algo que ha sido el norte del pontificado de Francisco, también estuvo presente en las palabras del pontífice y apelando al mensaje de Jesús en la cruz, que perdonó a quienes lo crucificaron, dio un extenso tratado de amor y misericordia.

“¿Acaso alguien por ser discapacitado o frágil no es digno de amor?, ¿Alguien por ser extranjero, por haberse equivocado, por estar enfermo o en una prisión no es digno de amor? Así lo hizo Jesús: abrazó al leproso, al ciego y al paralítico, abrazó al fariseo y al pecador”, señaló el papa argentino.

La doctrina social de la Iglesia encontró espacio en este encuentro mundial de la juventud católica. Francisco destacó la importancia de la educación y de un trabajo digno para que los jóvenes puedan construir un futuro.

Ante los peregrinos, con un tono de voz suave y seguro que invita a la reflexión, el obispo de Roma, señaló que “resulta fácil criticar a los jóvenes y pasar el tiempo murmurando si les privamos de oportunidades laborales, educativas y comunitarias desde donde agarrarse y soñar futuro”.

Al Francisco culminar su discurso, el coro entonó un canto de meditación, mientras las luces de la tarima principal se apagaban y sobre la custodia reposaba “Jesús sacramentado”.

Momentos de silencio y oración se vivieron durante la adoración al “Santísimo”. El tiempo de adoración concluyó con la bendición al “Santísimo Sacramento” y la procesión para su reposición en el sagrario.

Un comunicado de la organización de la JMJ, señaló que “la custodia usada para la actividad está llena de simbolismo: el rostro de la Virgen tiene los rasgos de la mujer latinoamericana. La estatua lleva instalado en su seno un sagrario, forjado con casquillos de balas fundidos. Las balas evocan la violencia que ha sufrido Latinoamérica durante décadas, y Jesús en la eucaristía, entregado por María al mundo, como camino de salvación y paz”.

Un canto de meditación se escuchó sobre la fresca noche en ciudad de Panamá, luego de las palabras de Francisco, quien luego de culminado el canto de alabanza entregó la imagen de la Virgen de Fátima a los jóvenes para que la pasearan en procesión y los acompañara toda la noche durante la vigilia.