JMJ Panamá: un 'bálsamo' para la juventud migrante y de llamado al cambio
Ulloa dijo los jóvenes son los "verdaderos protagonistas" para las transformaciones que requiere la humanidad y la Iglesia.
En medio de una calurosa tarde de verano que intentaba matizar una fuerte brisa y ante miles de jóvenes de todo el mundo, dio inicio este 22 de enero, la Jornada mundial de la Juventud (JMJ) en la ciudad de Panamá.
El mensaje de Monseñor José Domingo Ulloa a la juventud mundial, no se distanció del pensamiento social de la Iglesia y se asoció con las ideas del papa Francisco sobre su papel en tiempos que la “Casa Común” es amenazada por poderes económicos, la corrupción y el desprecio por quienes migran en busca de esperanza.
“Este es un sueño del papa Francisco que también queremos sea asumido por ustedes jóvenes peregrinos, especialmente de la región centroamericana, porque una manera de enfrentar las adversidades desde la fe, es conociendo el pensamiento social de la Iglesia, para hacer realidad la revolución del amor y de la justicia”.
El arzobispo de Panamá agradeció al pontífice por dar la oportunidad de hacer un encuentro “para la juventud de las periferias existenciales y geográficas”.
Un evento pensado también para los jóvenes que han migrado de sus países de origen por la casi nula respuesta de las autoridades, como Venezuela y Nicaragua, que afrontan profundas crisis sociopolíticas.
Ulloa mencionó que anhela la JMJ que sea “un bálsamo” a esta juventud, expuesta al narcotráfico, la trata de personas y la delincuencia.
Asimismo, mencionó que por primera vez los jóvenes indígenas y afrodescendientes, comunidades excluidas y discriminadas en el continente, han contado con un espacio previo al encuentro, que les ha permitido abordar sus realidades específicas.
En su homilía, el arzobispo metropolitano reiteró la importancia de los jóvenes como promotores del mensaje y doctrina social de la Iglesia católica.
“Jóvenes: el llamado sigue vigente, perenne, intenso, pleno de una ternura que solo sabe comunicar Cristo. Quizá como Iglesia no hemos podido transmitirle esto con la claridad suficiente, porque a veces los adultos pensamos que los jóvenes no quieren escuchar, que son sordos y están vacíos. Sin embargo, la realidad es otra. Les hace falta orientación, acompañamiento, y pero sobre todo, que los puedan escuchar”, expresó el arzobispo.
“Sabemos que ustedes no se dejan impresionar fácilmente. No funcionan las frases hechas, los discursos teatrales o los slogans diseñados para afiebrar sus emociones”, añadió.
“Confiamos en ustedes, esperamos mucho de ustedes, porque estamos plenamente convencidos que los verdaderos protagonistas para los cambios y las transformaciones que requiere la humanidad y la Iglesia están en sus manos, en sus capacidades, en su visión de un mundo mejor”, exclamó Ulloa a los miles de jóvenes en el Campo Santa María La Antigua (Cinta Costera).
Ulloa anunció que se pondrá a disposición de los jóvenes centroamericanos el DOCAT App, una herramienta tecnológica que esperan fortalezca el liderazgo juvenil. Además, les invitó a ser santos y seguir el ejemplo de los ocho patronos de la Jornada Mundial de la Juventud, que defendieron a los vulnerables, buscaron la justicia, amaron y oran a la comunidad, salieron de la mediocridad y lucharon siempre.
“Y ser santo no es tener rostro de figuras de las estampitas que compramos por ahí”, pronunció Ulloa. “El ser santo nos hace salir de la corrupción espiritual y material, de todo aquello que nos causa mal y ofende a Dios”, pronunció Ulloa.
“Tengan el coraje de ser santos en el mundo de hoy, con esto no renuncian a su juventud o su alegría; todo lo contrario, mostrarán al mundo que es posible ser felices con tan poco, porque Jesucristo, la razón de nuestra felicidad, ya nos ganó la vida eterna, con su Resurrección”, manifestó.