La Iglesia de Panamá celebra la canonización de Romero destacando su legado de amor
La Iglesia católica de Panamá celebró hoy la canonización de Óscar Arnulfo Romero (1917-1980) con una eucaristía en una basílica de la capital panameña oficiada por el obispo auxiliar, Uriah Ashley, quien destacó el legado de "amor" del asesinado monseñor salvadoreño.
La Iglesia panameña se unió a la celebración mundial por la canonización de nuevos santos, entre ellos un sacerdote salvadoreño.
"El amor (...) quieres la paz, crea y cultiva el año", respondió sin titubear el obispo auxiliar de Panamá al ser preguntado sobre el legado del mártir salvadoreño, conocido desde hace años como "San Romero de América".
Ante unas 70.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco proclamó este domingo santo a Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado en marzo de 1980 por un escuadrón de la muerte mientras oficiaba misa.
Ashley recordó que Romero es patrono de la Jornada Mundial de Juventud (JMJ) que se celebrará en la capital panameña en enero de 2019, en la que estará el papa Francisco y a la que se espera asistan cerca de medio millón de personas, entre jóvenes peregrinos, sacerdotes, monjas y periodistas de todo el mundo.
Durante la eucaristía celebrada este domingo en la Basílica Menor Don Bosco, los fieles se acercaron a la reliquia de primer grado de Romero, traída por una comisión del Arzobispado de El Salvador a Panamá para la JMJ 2019.
La reliquia "es un pequeño fragmento de una de sus costillas que fue extraída al momento que le realizaron la autopsia luego de su asesinato en 1980" cuando oficiaba una misa, explicó la Arquidiócesis de Panamá el pasado 31 de julio, cuando la recibió.
En la eucaristía estuvo el embajador de El Salvador en Panamá, Alfredo Salvador Pineda.
A la misa en el Vaticano en la que fue Romero fue proclamado santo junto al papa Pablo VI, entre otros, estuvieron presentes el presidente El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; el de Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, el de Chile, Sebastián Piñera; y la vicepresidenta de Honduras, Olga Alvara.
La canonización de Romero reivindica la figura de un obispo que fue perseguido, humillado y amenazado, tanto él como Pablo VI, fueron atacados y criticados dentro de la misma institución por sus aperturas a los cambios de la sociedad y por sus pedidos de mayor justicia social.
En memoria del aporte social de San Romero a la lucha por la verdad y las violaciones a los derechos humanos, la ONU declaró el 24 de marzo, como el "Día Internacional del Derecho a la Verdad".