Frases del primer discurso del Papa a los jóvenes en la JMJ
Un abarrotado campo Santa María la Antigua se encontró el papa Francisco la tarde de este 24 de enero.
Francisco ante los jóvenes que gritaban de alegría, pronunció su tercer discurso del día y en el mismo habló sobre la unidad y el amor.
Estas fueron algunas de las frases más impactantes que dio el máximo jerarca de la Iglesia católica en su primer encuentro oficial con jóvenes de todo el mundo, que se encuentran en Panamá para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
- ¡Qué bueno volver a encontrarnos y hacerlo en esta tierra que nos recibe con tanto color y calor! Juntos en Panamá, la Jornada Mundial de la Juventud es otra vez una fiesta de alegría y esperanza para la Iglesia toda y, para el mundo, un enorme testimonio de fe.
- Me acuerdo que, en Cracovia, algunos me preguntaron si iba a estar en Panamá y les contesté: “yo no sé, pero Pedro seguro va a estar. Pedro va a estar”.
- Queremos reencontrar y despertar junto a ustedes la continua novedad y juventud de la Iglesia abriéndonos a un nuevo Pentecostés
- Sé que llegar hasta aquí no ha sido nada fácil. Conozco el esfuerzo, el sacrificio que realizaron para poder participar en esta Jornada. Muchos días de trabajo y dedicación, encuentros de reflexión y oración hacen que el camino sea en gran medida la recompensa.
- El discípulo no es solamente el que llega a un lugar sino el que empieza con decisión, el que no tiene miedo de arriesgar y ponerse a caminar.
- Hoy podemos “estar de rumba”, porque esta rumba comenzó hace ya mucho tiempo en cada comunidad.
- Ustedes, queridos amigos, han hecho muchos sacrificios para poder encontrarse y así se transforman en verdaderos maestros y artesanos de la cultura del encuentro.
- Con sus gestos y actitudes, con sus miradas, sus deseos y especialmente con su sensibilidad desmienten y desautorizan todos esos discursos que se concentran y se empeñan en sembrar división, en excluir o expulsar a los que “no son como nosotros”.
- La cultura del encuentro es un llamado e invitación a atreverse a mantener vivo un sueño en común. Sí, un sueño grande y capaz de cobijar a todos. Ese sueño por el que Jesús dio la vida en la cruz.
- A un santo de estas tierras le gustaba decir: «el cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, o de prohibiciones. Así resulta muy repugnante.
- El cristianismo es una Persona que me amó tanto, que reclama y pide mi amor. El cristianismo es Cristo» (cf. S. OSCAR ROMERO, Homilía, 6 noviembre 1977); es desarrollar el sueño por el que dio la vida: amar con el mismo amor que nos ha amado.
- Queridos jóvenes: Lo más esperanzador de esta Jornada no será un documento final, una carta consensuada o un programa a ejecutar. Lo más esperanzador de este encuentro serán vuestros rostros y una oración.
- No podemos terminar este primer encuentro sin agradecer. Gracias a todos los que han preparado con mucha ilusión esta Jornada Mundial de la Juventud.