Evita que tu hijo llore el primer día de clases siguiendo estos consejos
Sin duda el primer día de clases siempre es el más difícil, especialmente para los pequeños que van por primera vez a la escuela, la tristeza, el miedo o la inseguridad están presentes y se manifiestan a través del llanto, de no querer soltar a mamá o papá.
A ti como padre o madre se te viene a la cabeza su rostro de angustia por dejarlo con personas extrañas, su posible llanto y resistencia para quedarse, y la mezcla de orgullo y tristeza que sentirás al verlo cruzar esa puerta. ¡Era un bebé y ya irá a la escuela!
Por esta razón te damos algunos tips para hacer del primer día de clases un momento inolvidable y armónico, pero antes debes tener en cuenta algunos factores por los cuales los niños lloran al ir al colegio.
Entre estos factores están la edad, sí mientras es más pequeño es muy probable que llore por angustia de separación.
La personalidad: Los niños extrovertidos perciben los entornos con otros niños más emocionantes, mientras que los introvertidos o tímidos se abruman y se estresan y por ellos lloran.
Sobreprotección: Los niños que son sobreprotegidos por los padres experimentan dificultades para adaptarse al cambio.
Si ya identificaste algunos de estos motivos, aquí te van los consejos para evitar el llanto en el primer día de clases.
Actitud positiva: Lo primero que debes tener en cuenta es tu actitud, los niños perciben más el lenguaje no verbal que el verbal, así que si tu hijo pasa por un mal momento en la escuela debes apoyarlo y mostrarte tranquila (o), y confiado (a). Evita estar nervioso o con los ojos llorosos ya que esto los puede alterar.
Inclusión: Involúcralo en los preparativos de su mochila y lunch, motívalo con entusiasmo y coméntale lo bien que se sentirá en la escuela.
Mentalízalo: Prepara a tu hijo unos días antes de la entrada al colegio explicándole lo que va a ocurrir: cómo es la escuela, qué va a hacer, quién lo va a cuidar, que tú lo llevarás y lo recogerás a cierta hora (o bien, la persona asignada), que se trata de algo bueno y divertido, que estará muy bien.
El juguete: Utiliza un objeto que él o ella amen, sí muchos niños tienen apego a un objeto al cual no sueltan ni para dormir, por ello permítele llevar algún objeto que le brinde seguridad y que asocie con su círculo familiar (muñeco, amuleto, pañuelo, cobija), así se sentirá más confiado.
Exploración: De ser posible, llévalo a conocer su salón y a su maestra antes del primer día de clases así tomará más confianza ante los cambios.
La ventana: Uno de los mayores errores que cometen los padres es asomarse por la ventana del aula de clases, así que evita está práctica ya que, si el niño se queda llorando y te ve, aumentará su angustia y pensará que entrarás por él o ella y te lo llevarás.
Evitar las recompensas: Es muy probable que intentes chantajear a tu hijo diciéndole que si deja de llorar y entra al salón de clases le comprarás un juguete o un dulce, esto no lo hagas, pues hacen que el niño pierda confianza en su capacidad.
No lo consientas: No fomentes regresiones a etapas anteriores, es decir, hablarle como si fuera un bebé, consentirlo demasiado o hacer que se apegue más a ti para compensar el desprendimiento. Confía en la capacidad de adaptación de tu hijo a los cambios positivos. Sólo así podrás transmitirle seguridad con palabras y con actos.
Deben ser amorosos: Los papás deben decirles a los pequeños que van a jugar, a aprender en la escuela, que los recogerán en la tarde para compartir con ellos. De esta manera fomentan también la confianza, la comunicación y el entusiasmo.
La despedida: Cuando el niño llora al dejarlo en la escuela lo peor que puedes hacer es huir o esconderte. Esto solo hará que tu hijo se sienta desamparado y hasta que desconfíe de ti. ¡Ojo evita las despedidas largas, procura darle un abrazo, un beso, dile que lo amas y que se divierta!
Por último, pero no menos importante, los padres siempre deben buscar diariamente la manera de enamorar a los niños con la escuela para evitar este tipo de escenas.