¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a mejorar su rendimiento escolar?
Conozca las claves para que los estudiantes tengan una mejor experiencia en sus metas de aprendizaje.
Empieza la temporada escolar y con ello, el trajín de los padres porque sus hijos aprueben los cursos académicos. Y es que el rendimiento escolar de los chicos, acorde a su crecimiento-desde la escuela básica, hasta la fase pre-media y media tiene relación con un conjunto de factores entre ellos, la forma en que sean acompañados adecuadamente por sus padres en el proceso de aprendizaje.
Así lo considera Analisa Williams, entrenadora en disciplina positiva una corriente que ha venido ganando terreno como forma moderna de crianza en las que se abole el castigo y se reemplaza por el respeto, quien prioriza que los resultados en el aprendizaje dependerán de la presencialidad correcta de los padres sobre sus críos.
Existen grupos de cuidadores muy blandos y otros de tipo “helicóptero”, estos últimos son lo que parecieran que siempre están encima. “Los hay relajados que dicen: déjalo que él solo estudie y se estrelle…“; mientras que hay los súper rígidos que están pendientes y hasta, “le hacen los deberes escolares”, apunta la coach Williams.
Ambos extremos pueden traer consecuencias muy dañinas, advierte la coach, sin embargo, no está de más partir reconociendo como padre de qué lado se está para luego suplantar el rol de extremo o blando por la “presencialidad efectiva”.
Un niño necesita un papá presente, detalla la entrenadora, que en otras palabras viene siendo que “el padre debe dejar que el niño se equivoque, pero sin por ello, dejar de estar en el momento oportuno para corregir los errores”.
Aquí te compartimos algunos consejos que pueden ayudar en el rendimiento escolar de manera positiva:
Participación activa
En las primeras semanas de organización de cara a llegada del periodo escolar, los padres deben dar voz y voto a sus hijos. Esto va, desde fijar los horarios para estudiar cómodamente en casa hasta dejar que escoja con quién sí desea estudiar un tema específico, ya sea mamá o con papá, incluso con un hermano(a) mayor.
Evitar los sesgos
Debido a que a veces, los mismos padres presentan deficiencias o no tienen la habilidad en algunas asignaturas, se debe brindar apoyo “sin estigmatizar” un tema o determinada materia.
Eliminar las etiquetas negativas
Una realidad en el proceso de aprender es que algunas veces habrá complicaciones; una materia o un tema podrá parecer retador para el alumno. Aun cuando el chico no saque las mejores notas, evite insultar, categorizar, burlarse.
Muchos papás recurren a ofensas: “Eres un bruto”, “No sirves para tal materia…” los cuales resultan contraproducentes para la autoestima del estudiante. La coach asegura que aquellas aseveraciones “no ayudan al niño en su proceso”.
Dar ánimos
Y en la otra esquina, tampoco aconseja alabar ni elogiar al niño de manera excesiva. Más bien prefiere que los padres se dediquen a “alentarlos”.
Sin bien, no pide que sean padres tan rigurosos, sí aconseja que los padres, cuidadores, estén pendientes de la evolución del niño mediante las calificaciones. Puesto que algunos solo se dan cuenta que los hijos han fracasado a final de curso, cuando ya se ha perdido tiempo y no se pueden hacer los ajustes necesarios para el curso escolar.
“En Panamá, por ejemplo, hay un desdén por las matemáticas, no se le debe dejar a cargo la asignatura al padre ” Analisa Williams, entrenadora en disciplina positiva
Echar manos de la tecnología y actualizarse
Para no hacer pesado el aprendizaje que ya hemos conocido tradicionalmente, Williams menciona que también los padres deben volverse aliados de la tecnología. Con el avance tecnológico muchas veces hay opciones para aprender desde un video juego de forma que el estudiante puede aprender mientras se divierte.
En ese sentido, Debbie Psychoyos, fundadora de la oenegé ProEd, pionera en programas de actualización y capacitación docente asegura que, así como los docentes se actualizan en mejores técnicas de enseñanza también los padres están llamados a formarse en cómo pueden aprovechar el conocimiento sus hijos de una mejor manera.