La Lotería
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Caminatas por senderos naturales, observación de distintas especies de flora y fauna, aventuras en ríos y cascadas son solo algunas de las múltiples experiencias que se pueden aprovechar en uno de nuestros pueblos del interior. Nos fuimos a conocer los tesoros de El Valle de Antón.
En 2024, El Valle fue reconocido por la ONU como uno de los mejores destinos turísticos rurales del mundo.
Llegamos a este sitio de ecoturismo e inmediatamente fuimos a conocer un importante lugar que se dedica a trabajar en la conservación de la rana dorada, una especie de anfibio que, en el pasado, se encontraba en la mayoría de las quebradas del lugar, pero en la actualidad está en peligro crítico de extinción.
Para conocer este sitio donde, también trabajan en la conservación de otras especies, los niños deben pagar un balboa y los adultos tres.
Además, está interesado en apoyar la labor de conservación de esa especie endémica; puede aprovechar y comprar algún souvenir.
Son cuarenta minutos de caminata, pero les aseguro que se trata de un sendero bastante accesible.
A medida que avanzaba, me topaba con árboles y vegetación de otras especies. Caminando, de pronto recibimos la señal de nuestra guía, para que guardáramos silencio. Así no espantábamos y apreciábamos esta ave que vemos en pantalla, conocida como “mot mot”.
Terminando este agradable paseo, decidimos retarnos un poco más y probar otra ruta de sendero, por lo que conocimos a Carlos, quien nos guió hasta a través del sendero que nos llevaría a la cima del cerro Cara Iguana.
Algo que deben saber si quieren subir a la cima del cerro, es que, si no suelen hacer actividad física, hagan el recorrido con pausa y tomando los descansos necesarios porque tiene algunos tramos que podrían costar un poco. A paso regular, el trayecto puede tomar dos horas y media.