Video | Caballo de la Guardia Real británica mordió violentamente a una turista ¡Casi le arranca el brazo!

En Londres, Inglaterra, los turistas se acercan al Palacio de Buckingham para tomarse una fotografía en los alrededores del histórico lugar, por lo que custodiando las entradas aparecen los guardias sobre los caballos entrenados para proteger el sitio de intrusos. Aunque no tienen admitido hablar con ellos ni interactuar de algún modo, por lo que sus jinetes permanecen inmóviles gestual y corporalmente.

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Esta vez, una turista asiática se llevó la peor parte cuando se acercó demasiado al sitio y el caballo le lanzó una violenta mordida a la vista de todos los transeúntes y demás turistas que estaban en el lugar, quienes estaban grabando el momento y decidieron posteriormente subir los videos a redes sociales.

Cabe añadir que siempre hay un letrero gigante de advertencia cerca de los guardias y los caballos del palacio real: “¡Cuidado! Los caballos podrían patear y morder. No toque las riendas. Gracias”, dice el cartel.

A pesar de que algunas veces estos caballos dejan pasar el momento y permanecen quietos para que el turista pueda obtener una foto junto a ellos, esta vez, el animal de más de dos metros de altura, con pelaje negro intenso la atacó de manera desmedida, la mujer se quitó del lugar, pero quedó en shock y posteriormente se desmayó.

Caballos del Palacio de Buckingham

Los caballos y los guardias montados que custodian las entradas del Palacio de Buckingham son parte de la Household Cavalry, una unidad de élite del ejército británico. Este cuerpo tiene dos regimientos: The Life Guards y The Blues and Royals. Sus características distintivas, como los uniformes formales y la montura en caballos, se deben a una tradición histórica que remonta varios siglos, destacando el ceremonial y la pompa del Reino Unido.

Los guardias montados realizan deberes ceremoniales que incluyen la protección de la realeza en eventos oficiales y ceremonias de estado. Su presencia simboliza la continuidad y la tradición de la monarquía británica.

 A pesar de su función ceremonial, los guardias están entrenados militarmente y son capaces de actuar en situaciones de emergencia para proteger los palacios reales y a sus ocupantes.

Las restricciones para acercarse demasiado o tomar fotos con los guardias montados son principalmente por razones de seguridad y respeto al protocolo militar. Los guardias deben mantener una postura profesional y estar preparados para cualquier incidente.

El ruido y los movimientos bruscos pueden incomodar a los caballos, que son animales entrenados pero sensibles a su entorno. Mantener cierta distancia ayuda a asegurar el bienestar de los animales y la seguridad de los turistas.

Estas medidas aseguran que tanto los guardias como los caballos puedan desempeñar sus funciones de manera efectiva sin interrupciones ni peligros innecesarios.